Clausuran hostal en el centro de Campeche

Este miércoles clausuraron por la tarde-noche el hostal Casa Balché debido a que no contaba con la licencia de funcionamiento actualizada, lo que incumplía con los requisitos legales para operar. El establecimiento seguía funcionando a pesar de no contar con esta licencia. Los dueños del edificio donde se encuentra instalado el hostal acusaron a Anielka García Villajuana, dueña del hospedaje, de no respetar el contrato de arrendamiento respecto a las mensualidades, de realizar modificaciones ilegales al edificio y de utilizar su cargo como funcionaria como excusa

Clausuran hostal en el centro de Campeche

La familia Ham Gunam, propietaria del inmueble donde se instaló el establecimiento, inició una disputa desde el año pasado para desalojar a García Villajuana del lugar debido a que su contrato había expirado hacía más de un año. Desde hace dos años, la arrendataria se negaba a pagar el total de la renta mensual argumentando los efectos de la pandemia, a pesar de que el turismo había comenzado a recuperarse en la región.

La familia Ham Gunam denunció que la presidenta del Patronato de la Ciudad estaba operando en el hostal y que se habían hecho alteraciones ilegales al edificio. El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) les notificó sobre estas modificaciones prohibidas, pero la funcionaria las ignoró.

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A principios de este año, la familia Ham Gunam presentó una queja ante el Ayuntamiento de Campeche para solicitar una inspección del hostal Casa Balché debido a la falta de licencia de funcionamiento, la cual fue utilizada para clausurar el establecimiento. Además, señalaron que la funcionaria Anielka García Villajuana había hecho modificaciones ilegales al edificio y se escudaba en su posición para no pagar la renta completa.

Esta mañana, Casa Balché emitió un comunicado en el que afirmaba que la clausura había sido ilegal y que tomarían medidas para reabrir el hostal. Sin embargo, algunos lo ven como una burla debido a la larga disputa entre ambas partes. Gabriel Ham, hijo de los dueños del edificio, ve esto como una oportunidad para recuperar su propiedad.

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