América García
Ante la cancelación del Programa Escuelas de Tiempo Completo el secretario de Educación Raúl Pozos Lanz dijo que, aunque podría regresar, lo prioritario es volver a la normalidad lo más pronto posible para el ejercicio de la enseñanza- aprendizaje, la convivencia socioemocional que es base para un desarrollo integral del alumnado.
Las Escuelas de Tiempo Completo daban oportunidad de que los alumnos estuvieran más tiempo en la escuela a través de la dotación de los alimentos.
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“Tiene dos años que no tenemos una asistencia regular a las aulas, por lo tanto, el programa se había estado postergando o en su caso, aplicando en una medida mediana”, explicó.
Enfáticamente, dijo que una de las prioridades es atender el daño a la infraestructura educativa la cual, tras dos años de pandemia, calificó “ha sido demoledor” por el paso del vandalismo “que ha sido brutal”. “Para nosotros es triste ver cómo se reparan unas escuelas y al día siguiente otras salen dañadas”.
Por ello, el recurso de Escuelas de Tiempo Completo se va a canalizar a “La Escuela es Nuestra”, programa de organización social y participación de la comunidad, especialmente a través de los padres de familia, para ayudar en todo lo que se pueda a través de este recurso.
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Pozos Lanz expresó que se buscan estrategias y se analiza hasta dónde ha habido una afectación al desempeño académico, con la pandemia y con las modalidades; “la pandemia nos ha exigido que se acuda a clases, la mitad de los alumnos un día y la otra mitad otro día, tener clases a distancia, lo que ha sido una tarea muy dura”.
Reiteró que el reto más importante ante la pandemia, además del económico en este estado, es el tema educativo, “sobre todo, volver a la normalidad empezando por llegar presencialmente a las aulas con todas las medidas de seguridad, con todo lo que implica cumplir puntualmente con lo que nos establece la Secretaría de Salud”.
El titular de la Seduc reconoció que el programa que hoy se cancela daba las herramientas para estar más tiempo en la escuela, tratando de aprovecharse al máximo, principalmente en las zonas rurales y comunidades de alta marginación. Eran alrededor de 600 escuelas que impartían educación básica.
Afirmó que avala la decisión del presidente “porque tenemos una necesidad enorme en materia de infraestructura y lo vamos a ir cubriendo poco a poco”.
Finalmente, pidió paciencia a los padres de familia mientras se regresa a la normalidad, “primero que nada, la enseñanza- aprendizaje y la convivencia socioemocional que es base para un desarrollo integral del alumnado”.