Se colocaron flores y se encendieron velas en un monumento improvisado frente al consulado ruso en Estambul el 23 de marzo de 2024, un día después de un ataque mortal por parte de hombres armados en una sala de conciertos de Moscú que mató a más de 130 personas e hirió a decenas más. Credit: OZAN ​​KOSE/AFP.

Rusia tiene este domingo una jornada de duelo nacional tras la masacre en una sala de conciertos en las afueras de Moscú que dejó más de 130 muertos, en el ataque más mortal en Europa reivindicado por el grupo Estado Islámico (EI).

El presidente Vladimir Putin prometió castigar a los responsables del “acto terrorista salvaje” y aseguró que fueron detenidos cuatro hombres que intentaban huir a Ucrania.

Kiev negó cualquier vinculación y el presidente Volodimir Zelenski acusó a Putin de intentar “echar la culpa” a Ucrania.

Putin, en su primera declaración pública tras el ataque, no hizo referencia a la reivindicación del grupo yihadista EI.

Al menos 133 personas murieron cuando hombres que portaban camuflados irrumpieron la noche del viernes en el Crocus City Hall, en el suburbio moscovita de Krasnogorsk, y le prendieron fuego.

El EI reivindicó el viernes el ataque contra la sala de conciertos Crocus City Hall en la periferia de Moscú, afirmando que “fue conducido por cuatro combatientes” en el contexto de “la guerra” contra “los países que combaten el islam”.

Ese atentado, cometido antes de un recital del grupo de rock ruso Piknik, es el más sangriento en Rusia desde hace dos décadas y el más letal cometido en Europa por la organización yihadista.

La gente rinde homenaje en un monumento improvisado frente al consulado ruso en Estambul el 23 de marzo de 2024, un día después de un ataque mortal por parte de hombres armados en una sala de conciertos de Moscú que mató a más de 130 personas e hirió a decenas más. Credit: OZAN ​​KOSE/AFP.

Poco antes, el Kremlin anunció la detención de 11 personas, entre ellas “los cuatro terroristas directamente implicados en el atentado”.

Esas cuatro personas, todos “ciudadanos extranjeros”, fueron detenidas en la región de Briansk, en la frontera con Ucrania y Bielorrusia, según las autoridades.

El FSB (servicio de seguridad ruso) afirmó que los sospechosos tenían “contactos” en Ucrania, confrontada desde 2022 a una intervención militar rusa, y planeaban huir a este país tras el ataque, pero no ofreció pruebas de este supuesto vínculo ni dio detalles sobre su naturaleza.

La directora del medio de comunicación público RT, Margarita Simonian, publicó vídeos en los que supuestamente se ven confesiones de dos sospechosos durante sus interrogatorios, en las que no nombran a ningún inductor. La AFP no puede confirmar la veracidad de esos videos.

AFP

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