El jueves 21 de marzo, en la Casa de Justicia de San Andrés Cholula, se llevó a cabo la audiencia para determinar la condena del agresor de Esmeralda, una joven de 29 años. Acompañada por miembros de la Fundación Carmen Sánchez, Esmeralda presenció cómo se dictaminaron los años que su agresor pasaría tras las rejas.

La audiencia, que comenzó cerca de las 15:30 horas y finalizó a las 17:40 horas, estuvo marcada por el apoyo palpable hacia Esmeralda, quien al salir del recinto fue recibida con cánticos de apoyo como ¡Sí se pudo! y ¡Te queremos, Esme!. Emocionada y entre lágrimas, la joven agradeció que su agresor recibiera la sentencia máxima.

Fidel N fue condenado a 40 años de prisión por tentativa de feminicidio, sumados a dos años adicionales por las lesiones ocasionadas a la madre de Esmeralda durante el mismo ataque. Las secuelas físicas y emocionales que Esmeralda sufrió a manos de su agresor fueron devastadoras, incluyendo daños en su rostro, ojo, pecho, brazos y cuello, así como una perforación en el esófago debido al ácido.

En una entrevista posterior, Esmeralda describió el proceso judicial como “pesado”, con múltiples postergaciones de audiencias que la llevaron a temer que la justicia favoreciera a su agresor. Sin embargo, decidió alzar la voz y mostrar sus heridas, consciente de que la visibilización de su caso era crucial para obtener justicia.

Aunque la sentencia de 43 años de cárcel para Fidel N representa un paso hacia la reparación del daño, Esmeralda enfatizó que no es suficiente para sanar las profundas heridas físicas y psicológicas que ha sufrido. Además, expresó su preocupación por su seguridad y la de sus hijos, ya que teme represalias por parte del agresor o su familia después del veredicto condenatorio.

Es importante destacar que los tres hombres que acompañaban a Fidel N el día del ataque quedaron impunes, ya que Esmeralda no pudo identificarlos con certeza durante la investigación inicial. A pesar de ello, Esmeralda continúa su lucha por la justicia y la reparación del daño, inspirando a otros a alzar la voz contra la violencia de género.

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