Por ser la seguridad pública, un tema de prioritaria relevancia, la gobernadora Layda Sansores San Román está obligada a dar solución a los planteamientos que le están haciendo los policías de la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana (SPSC) que desde el sábado pasado se declararon en huelga, declaró Ricardo Medina Farfán, coordinador del Grupo Parlamentario del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien este tarde, alrededor de las 15 horas acudió a escuchar a los paristas.
Junto con el priísta, también acudieron al diálogo con los policías en paro Laura Baqueiro Cáceres, del PRI y los emecistas Mónica Fernández Montufar y Jesús Aguilar Díaz (líder parlamentario), quienes escucharon el reclamo fundamental de los elementos policiales que es el cese de la titular de la SPSC, Marcela Muñoz Martínez y sus subalternos, principalmente el director operativo Antonio Saradán Solís y el subsecretario Josafat García Villalpando.
En este diálogo no se notó hubo presencia de diputados del partido Morena, al que pertenece el Poder Ejecutivo Estatal, al que los policías exigen el cese de Muñoz Martínez.
VIACRUCIS QUE SUFRIERON EL DÍA DEL MITÍN
Por fin, luego de más de 30 días de paro laboral, los uniformados pudieron contar todo lo que padecieron debido a la aparente negligencia de sus mandos, pues afirman que el día del motín fueron confinados en Ciudad Administrativa, sin que se les informará cuál iba a ser su misión.
Horas más tarde, cuando ya eran trasladados a las instalaciones del Centro de Reinserción Social (CERESO) se les dijo que iban a participar en un operativo de revisión, pero nunca les informaron que se trataba del traslado de 8 reos peligrosos.
Los policías afirmaron que lo que les pareció muy extraño fue que se les despojó de sus armas de cargo, pero que además, en el grupo mixto que se formó se añadiera a mujeres que carecían de la experiencia suficiente en este tipo de operativos.
Ya estando en las instalaciones, en el área de población, los policías fueron conducidos hacia áreas donde prácticamente fueron acorralados por los reos, a quienes previamente se les permitió salir de sus celdas.
Entonces se desató el caos y comenzó a llover proyectiles por doquier, pues los reos se habían armado con rocas y otros objetos pesados que tiraban o dejaban caer desde los techos.
Como era de esperarse, el grupo femenino de Mujer Valiente, al que a algunos de los mandos se le ocurrió poner al frente, rompió filas y fueron presa fácil de sus adversarios, todos se sexo masculino.
Por eso, además de ser golpeadas y amenazadas, muchas estuvieron a punto de ser violadas por los reclusos, en tanto que el personal masculino, al ser sorprendido por sus oponentes, también fue objeto de salvajes agresiones.
El motín duró desde las 22:00 horas, hasta las 02:45, aproximadamente, cuando fue retomado el control del penal, con el arribo de fuerzas de apoyo y personal de la Guardia Nacional y del Ejército México.
El saldo por el manejo negligente de la situación fueron alrededor de 30 policías descalabrados y un número similar de reos.
Sin embargo, a pesar de la acontecido, a los policías se les instó a no hablar del tema, so riego de ser sancionados o de perder empleo.
Además, a muchos de los lesionados se les obligó a presentarse a laborar horas después de la agresión sufrida, a pesar de contar con una incapacidad otorgada por una institución médica.
Sin embargo, los policías explicaron que el motín fue la gota que derramó el vaso, ya que prácticamente desde que Muñoz Martínez tomó el mando de la SPSC, los maltratos y vejaciones contra el personal local han estado a la orden del día.