En las redes sociales ha surgido una publicación, sobre una escuela que ha adoptado a una perrita. Sin embargo, debido a su comportamiento “travieso”, la perrita es atada para evitar que robe los almuerzos de los estudiantes.

La adopción de un perro en situación vulnerable conlleva una gran responsabilidad, no solo en términos de proporcionarle los cuidados necesarios, sino también en brindarle una segunda oportunidad a un animalito que ha sufrido abandono o maltrato.

A través de Twitter, se compartió la historia de cómo Sita fue acogida por la institución educativa, ofreciéndole una vida mejor. Sin embargo, esta perrita, aparentemente inofensiva, tiene una peculiaridad que la ha hecho famosa en línea.

Un cartel en la escuela detalla que Sita debe ser atada durante el recreo para evitar que se coma la comida de los estudiantes. Esta medida es temporal, y las autoridades educativas han alentado a los alumnos a compartir su comida con Sita si les sobra.

Esto demuestra el cariño que la comunidad educativa siente por Sita, pero también la necesidad de mantener medidas para garantizar que los estudiantes tengan suficiente energía para estudiar, mientras que Sita no se queda sin comer, quizás debido a sus experiencias anteriores en la calle.

“Uno puede dejar el barrio, pero el barrio no deja a uno.”

“Deberían haber escrito en el cartel ‘te roba el almuerzo y el corazón’.”

“Todas las escuelas deberían adoptar dos o tres cachorros. Imaginen el efecto en la empatía y el respeto hacia los seres vivos.”

“¿Dónde está esa escuela? Personalmente llevaré comida para Sita.”

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