El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de El Salvador concluyó el viernes 9 de febrero el escrutinio de las elecciones presidenciales del país, confirmando la reelección de Nayib Bukele como presidente. Bukele, el mandatario salvadoreño, aseguró una victoria contundente al obtener 2.7 millones de votos, incluyendo los del extranjero, de un total de 3.2 millones de sufragios emitidos, lo que representa un impresionante 82.66% del total, tras el escrutinio del 100% de las 8 mil 644 juntas receptoras de votos. Esta declaración fue realizada por la presidenta del TSE, Dora Martínez, en una conferencia de prensa.

En contraste, el candidato presidencial del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Manuel Flores, quedó en un distante segundo lugar con tan solo un 6.25% de los votos, mientras que Joel Sánchez, de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena), alcanzó un 5.44% según el escrutinio final.

El padrón electoral para las elecciones de 2024 estaba compuesto por 6.2 millones de personas, de las cuales 3.2 millones ejercieron su derecho al voto, dando como resultado una participación del 52.60%, informó Martínez.

Durante décadas, el FMLN y Arena habían alternado el poder en El Salvador desde el fin de la guerra civil en 1992, sin embargo, ambos partidos enfrentaron numerosos casos de corrupción durante sus respectivas administraciones. La elección de Bukele en 2019 rompió con este bipartidismo y marcó un nuevo rumbo para la política salvadoreña.

Tras la conclusión del escrutinio final, Bukele expresó su gratitud al pueblo salvadoreño por su apoyo electoral a través de su cuenta en la red social X. Ahora, el TSE se prepara para iniciar el escrutinio de las elecciones legislativas.

El presidente Bukele ha mantenido altos niveles de popularidad gracias a su enérgica “guerra” contra las pandillas, que ha resultado en una notable disminución de la criminalidad asociada a estos grupos delictivos. Esta lucha contra las pandillas ha sido respaldada por un régimen de excepción en vigor desde hace dos años, el cual fue prorrogado por el Congreso por un mes adicional el mismo viernes.

Este régimen, aunque ha sido objeto de críticas por parte de organismos de derechos humanos debido a que permite detenciones sin orden judicial, ha resultado en la detención de 77,300 sospechosos, de los cuales 7,000 fueron liberados después de que se demostrara su inocencia.

En resumen, la reelección de Nayib Bukele representa un nuevo capítulo en la política salvadoreña, marcado por un cambio significativo en el liderazgo y una continua lucha contra la delincuencia organizada en el país.

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