Preocupados por el medio ambiente, alumnos del Instituto Tecnológico de Hopelchén crearon el proyecto Panalito Chenero, que consiste en la elaboración de cera estampada natural libre de elementos que la adulteran, y el cual ha tenido una buena aceptación por parte de los apicultores campechanos. Gracias a ello, han podido ganar concursos nacionales con acreditaciones internacionales por el buen uso y producción de miel.

Denisse Poot Moo, Laila Dzib Moo, Jair Uitz León, Maricruz Kanter Piña, Ana Jimena Teh Torres y Antonio Castillo Acosta, hijos de apicultores de la región, iniciaron este proyecto en marzo del año pasado con un trabajo de investigación realizado en la localidad de Iturbide, Hopelchén. Entre los resultados, detectaron que las ceras convencionales que existen en el mercado y que utilizan los apicultores están adulteradas con parafina, un subproducto que, al fundirse a más de 70 grados, genera monóxido de carbono y contamina el medio ambiente.

Denisse Poot Moo comentó que, con la asesoría de su padre Edgar Poot Cahuich, quien se dedica a la apicultura desde hace 30 años, y de su maestra Iris Fabiola Castellanos Herrera, pudieron emprender este proyecto que les permitió participar en el Concurso Innova TEC-NM, donde ganaron el tercer lugar a nivel nacional, y en Infomatrix Campeche, donde lograron obtener acreditaciones nacionales e internacionales. También lograron la acreditación para el evento de Juventudes Resilentes organizado por la embajada alemana en la Ciudad de México, donde obtuvieron el primer lugar en la categoría de “Emprendimiento y Sustentabilidad”, y están postulados en otros eventos.

“Nuestro propósito es ayudar a los apicultores. Siempre ha sido nuestra meta generar una forma de trabajo en la que podamos convivir con ellos y entender cada una de sus necesidades. Entonces, comenzamos con la cera estampada, que se elabora de manera artesanal y natural. Sinceramente, nos llevó bastante tiempo, porque al principio los prototipos nos salían gruesos. Así que seguimos modificando el grosor, el tamaño y el olor, ya que este último elemento es lo que más nos interesaba, porque queríamos que la abeja trabajara por sí sola y se adaptara rápidamente a nuestra cera”, explicó Poot Moo.

Agregó que han realizado procesos de investigación sobre los ingredientes necesarios para que la cera cumpla con su funcionalidad, e incluso actualmente trabajan en una prueba piloto con apicultores de diferentes localidades, siendo la cera pura el principal ingrediente.

Indicó que han comprobado que la cera que elaboran produce un 80 % más de cría y de miel, y las abejas se adaptan más a ella en un periodo máximo de 1 a 3 días, lo que facilita el proceso para las abejas y beneficia al apicultor no solo en el bienestar de las colmenas, sino también económicamente, reduciendo costos hasta en un 20 %, ya que las ceras convencionales actualmente se encuentran entre mil 500 y mil 600 pesos.

Además, otro de los beneficios es que generan un entorno de compra-venta, donde los apicultores son los proveedores de la cera pura que ellos recolectan, ya que la intención de este proyecto es que ellos también tengan un ingreso con la materia prima necesaria para elaborar la cera estampada natural.

“Queremos que los apicultores también tengan un ingreso fijo, porque ahora el precio de la miel ha bajado bastante y en el mercado se valora más la miel pura. Eso es lo que queremos hacer, junto con otras medidas alternativas, para que el apicultor pueda producir miel pura. Queremos capacitarlos para que puedan cumplir con los lineamientos establecidos, por ejemplo, para asegurarnos de que las abejas estén alejadas del mecanizado, para que se pueda considerar miel pura”, puntualizó.

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