Fiebreamarilla,cólera, difteria y dengue son algunas de las enfermedades que acechan el devastado puerto de Acapulco, luego de que se perdiera infraestructura y servicios básicos debido al impacto del huracán Otis, de categoría 5, a lo que expertos consideran que pasarán de dos a tres años para la estabilización sanitaria en la ciudad.

“Se estima que un fenómeno de este tipo puede llegar a tardar de 2 a 3 años en restablecerse por completo la estabilidad de los sistemas, incluyendo el sistema de salud. Así se ha observado en otros países, incluyendo la ciudad de Nueva Orleans en Estados Unidos donde es una economía desarrollada”, refirió Baruch Díaz, jefe de la clínica del viajero de la UNAM en entrevista con 24 HORAS.

Esto tomando como base fenómenos previos como el huracán Katrina, que impactó en Nueva Orleans, Estados Unidos, en 2005, por lo que se requiere priorizar programas de atención a la salud para la prevención de enfermedades, ante la gran cantidad de basura, escombros, animales muertos y encharcamientos de agua insalubre en Acapulco.

“Se debe dar prioridad a fortalecer programas de atención a la salud, incluidos entre ellos, el acceso a medicamentos, al abasto, protocolos de higiene y sanitización para prevención de enfermedades”, mencionó el especialista.

También destacó que se debe buscar prevenir la reintroducción de algunas enfermedades que ya estaban eliminadas en la región, si es que comienza a haber un flujo importante de embarcaciones provenientes de otros lugares o puertos marítimos internacionales.

Por ejemplo, se tiene que incrementar la cantidad de población vacunada contra enfermedades cómo la fiebre amarilla, para evitar qué las personas que “están recibiendo las embarcaciones marítimas internacionales puedan llegar a ser un blanco fácil para el establecimiento de esta enfermedad, que ya ha sido eliminada”, consideró.

Además, las condiciones climáticas en la región y el encharcamiento de agua contaminada podrían favorecer las condiciones para enfermedades como el dengue, a un mediano plazo, si no se atiende la crisis de manera oportuna.

“En el caso del dengue, es una enfermedad que se presenta en ese tipo de clima, por la presencia de criaderos y de aguas estancadas. Con la lluvia se estancó el agua, al tener edificios destruidos no podemos ver donde hay agua estancada, acumulación, y eso puede favorecer una mayor proliferación del mosquito y por tanto, mayor proliferación de la enfermedad”, explicó el médico Díaz.

“Otro fenómeno que se ha visto también después de los huracanes es que se incrementan los partos prematuros, justo por la falta de atención en el seguimiento en las consultas que se ve interrumpido sea visto como incrementa este tipo de indicadores”, añadió.

Como acciones necesarias ante las afectaciones por Otis, el especialista resaltó el fortalecimiento a programas de vacunación y la especial atención a grupos vulnerables.

“Aquí es necesario fortalecer los programas de medicina preventiva y uno de ellos es la vacunación de la población contra el tétanos, la difteria, la influenza misma, y contra otras enfermedades que pueden llegar a surgir en los puertos marítimos internacionales por el aumento en el flujo. Los grupos vulnerables son dos, los niños y los adultos mayores. en los niños, las enfermedades diarreicas, esto va muy ligada a la limitación en el acceso a los servicios de salud”, detalló.

Sobre el tema, el diputado federal Luis Mendoza (PAN), quien forma parte de la Comisión de Protección Civil en San Lázaro, señaló que es evidente y lamentable que en Guerrero la población sigue necesitando ayuda en un tema de salud por el alto riesgo de que se comiencen a desarrollar dengue u otras enfermedades a causa de que no se cuenta con los servicios básicos para garantizar limpieza.

Mientras que para Médicos sin Fronteras las afectaciones a hospitales y centros de atención médica representa otro reto para la salud y la atención oportuna a pacientes.

“El hecho de que no haya agua y luz limita la atención que se pueda dar. Abre la posibilidad de que empiecen a darse problemas con enfermedades diarreicas, transmisión de enfermedades comunitarias, respiratorias, porque se pierden los estándares de higiene”, explicó María Laura Chacón, coordinadora Médica Adjunta en México-Centroamérica de Médicos sin Fronteras.

 

Acciones

Este fin de semana el Sistema Nacional de Salud informó que en el puerto ya se encontraban funcionando 96 unidades médicas de primer nivel, de las 119 existentes.

Mientras que desde el huracán se han inoculado 5 mil 936 dosis de biológicos en 16 puntos de vacunación para proteger contra Covid-19, tétanos, hepatitis B, tétanos, sarampión, influenza, entre otras.

El 8 de noviembre pasado, Francisco Cervantes Díaz, dirigente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), comentó que como parte de la coordinación con el Gobierno Federal en Acapulco ya se tiene un grupo de trabajo para apoyar en el cuidado de la salud tras los daños provocados por el huracán.

“Para llevar sueros, llevar todos los antibióticos, paracetamol, todo eso, ya está el grupo trabajando muy fuerte, empieza hoy, se van a llevar con la Marina y con la Sedena, la Sedena estamos haciendo para que todos los lados estén seguros, y podamos llegar ahorita a la salud”, dijo al salir de un encuentro en Palacio Nacional con el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Además, también se trabaja en vaciar albercas de los hoteles, ya que muchos animales “cayeron a las albercas, entonces ahorita hay que hacer una fumigación de los insectos, desinfección total, e igualmente las albercas, para que no venga el dengue”.

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