Los arrendatarios libres de organizaciones en la ciudad señalan que, debido al Tren Maya y otros proyectos de obra pública, han mantenido una ocupación del 100% en sus propiedades de alquiler durante los últimos dos años. Contrariamente a lo que se esperaba, la demanda de departamentos grandes y casas ha aumentado en esta temporada, ya que los trabajadores desean traer a sus familias mientras trabajan en Campeche.

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Manuel López, un joven empresario que posee 30 departamentos en diferentes ubicaciones de la ciudad, informa que todos sus inmuebles están ocupados y el 80% de ellos son alquilados por trabajadores del Tren Maya que planean traer a sus familias. “No sé si tienen intención de quedarse a vivir en Campeche, pero aquellos que están en los departamentos más pequeños me piden trasladarlos a los más grandes, ya que tienen familia que desea venir a la entidad”, mencionó.

López afirma que los departamentos más solicitados en su caso se encuentran en el Centro Histórico de Campeche, una zona de alta plusvalía y considerada una de las más seguras de la ciudad. Además, está cerca del Instituto Campechano Central, lo que atrae a estudiantes de otros municipios o comunidades rurales que prefieren pagar una renta en lugar de viajar diariamente.

Sin embargo, también señala que la mayoría de sus inquilinos son trabajadores del Tren Maya, ya que la empresa para la cual trabajan les paga bien, incluso más que las empresas locales. Por esta razón, pueden permitirse pagar hasta 5,000 pesos mensuales por un departamento grande y amueblado.

Un sondeo realizado por La Jornada Maya entre diferentes arrendatarios en la ciudad revela que los precios de las rentas varían desde los 3,000 pesos por departamentos básicos de una habitación de 3 por 4 metros y un baño pequeño, hasta departamentos con al menos tres habitaciones, es decir, una habitación, una sala-comedor y un baño, además de otras comodidades comunitarias.

Del 80% de inquilinos que son trabajadores del Tren Maya, al menos el 50% ha solicitado cambiar de departamentos pequeños a unidades más grandes. Además, en recorridos por algunos complejos de hospedaje temporal, se ha observado que también buscan propiedades más amplias o incluso optan por buscar casas, sin importar la zona.

Este aumento en la demanda de alojamiento refleja el impacto que el proyecto del Tren Maya está teniendo en la región, generando un mayor movimiento económico y una necesidad de vivienda para los trabajadores involucrados en su construcción.

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