El gobierno de México se impuso el reto de llegar a tener una reserva natural de un millón y medio de hectáreas, que sería la segunda más grande de América luego de las Amazonas y estaría en Calakmul, Campeche, pegado a Belice y Guatemala, dijo ayer María Luisa Albores González, secretaria del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en la Biosphera Cumbre.
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Ante la presencia de gobernantes, diplomáticos, empresarios y expertos locales y de varios países, la funcionaria expuso el problema de la deforestación en México, que ya es parte del crimen organizado. Afirmó que a pesar de todo lo que hacen por combatirlo “vamos a seguir con ese tipo de problemas mientras existan países que sigan consumiendo este tipo de maderas”.
Durante la ceremonia de inauguración de la cumbre ambiental, la titular de la Semarnat indicó que plantearía tres asuntos o acciones que hace el gobierno federal. Calificándolo como el “regalo que hace México al mundo”, habló de la apuesta de hacer áreas naturales protegidas, y considerando que el país está entre las 12 naciones con más “me gadiversas” reservas, eso los compromete a tener un compromiso y responsabilidad con el planeta.
Señaló que el gobierno federal ha retomado el impulso a las áreas naturales protegidas de manera seria.
Además explicó que del 2000 a 2019 ilegalmente se talaron 212 mil hectáreas del país, destruyendo ecosistemas de bosques y selva tropical.
La secretaria afirmó que por más de 30 años se normalizó esta práctica y por eso tienen esa estadística. También explicó que emprendieron un trabajo desde el sector ambiental y lo siguen haciendo, le entraron a lo que calificó como un tema delicado pero que cree que es importante y necesario atenderlo.