Emprenden México y Guatemala lucha contra tala ilegal

A finales del 2019 detectamos que por el lado de México se meten taladores a sacar especies de madera que están en contubernio con la mafia china, tanto en Calakmul como en Guatemala, por lo que estamos trabajando duramente contra este problema, señaló el guardaselva guatemalteco Francisco Asturias.

Emprenden México y Guatemala lucha contra tala ilegal

En la primera semana de febrero, Asturias reportó que vía satelital detectaron a personas a bordo de dos motos, por lo que, los grupos Génesis y Diprona salieron inmediatamente en su búsqueda, destruyendo el campamento de taladores ilegales al norte de El Mirador, mientras tres taladores salieron huyendo en moto rumbo a Calakmul, México.

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En medio de la exuberante vegetación, suntuosos ruidos de aves y otros animales, rudos hombres protegen la selva maya de la tala ilegal de maderas preciosas como el granadillo, a través de la labor del guardaselva, patrullajes con grupos especializados que incluyen aplicaciones conectadas a satélite, así como el apoyo financiero de donantes internacionales para poder tener el equipo adecuado, como Global Conservation, quien proporcionó el equipo que se utilizó para ir contra los taladores que fueron detectados la semana pasada.

“Se necesita de mucho valor y amor a la conservación para la protección de los bosques”, expresó Asturias.

En la selva maya de ambos países se ha aplicado proyectos con cámaras trampa, investigación científica, así como construcción de puestos de control. Del lado de Guatemala se cuenta con el total apoyo del Ejército, mientras que en el lado mexicano se emprende una lucha desde las instituciones y ahora, del actual Gobierno. De acuerdo con Arturo Balam Coyok, encargado de Reservas Estatales de la Secretaría de Medio Ambiente, Biodiversidad y Cambio Climático (Semabicce), ha emprendido una batalla por la protección por medio de recorridos de vigilancia, con las instancias federales involucradas.

Afirma que, del lado mexicano no se ha logrado detener del todo el tráfico ilegal de madera, pero se le ha dado un valor más grande al conjuntar el apoyo con Guatemala y Belice.

Reconoce que en Guatemala se ha hecho un gran trabajo pues han logrado disminuir el índice de tráfico ilegal de madera: “con la ayuda del gobierno han puesto en las áreas protegidas un destacamento de 15 soldados del Ejército que patrullan y están constantemente con ellos en la selva.

Recientemente, en México, el Gobierno del Estado tuvo un acercamiento con autoridades ejidales y campesinos para signar un compromiso por la conservación de los recursos, incluso, un hermanamiento con ellos para poner un alto a la tala ileal que ha acabado con especies como el cedro, el ciricote y granadillo (ahora se está talando tzlam y nabá) que, curiosamente todavía existen del lado de Guatemala, gracias a la vigilancia del Ejército.

A las acciones de inspección se suma el trabajo de educación ambiental en escuelas de los ejidos, además del programa de manejo de uso de suelo, actividades agropecuarias antes de la temporada, así como el monitoreo biológico de especies, gracias al cual se ha permitido conocer la riqueza de la fauna silvestre.

Fundaeco es la Organización No Gubernamental que apoya al gobierno de Guatemala para la conservación y protección del parque nacional Mirador Río Azul, en Guatemala y Dos Lagunas, en Calakmul, Campeche.

Asimismo, “The World Conservation Society (WCS) respalda el proyecto. “Junto con ellos, desde hace un año y medio que tenemos instaladas 160 videocámaras haciendo un monitoreo de la fauna existente ahí”, expresó Francisco Asturias, quien urgió la necesidad de concienciar a la gente sobre la necesidad de proteger los bosques, los océanos, glaciares, selvas, en el caso que interesa a México y Guatemala.

“Es necesario cuidar nuestras selvas tropicales porque van en picada; o lo conservamos ahora, o lo perdemos”, sentenció, al tiempo que urgió a proteger desde nuestras trincheras el entorno ambiental.

La lucha por la protección

Por otra parte, para la preservación de la flora y fauna de la selva del lado mexicano se cuenta con un plan de manejo de las reservas estatales, publicado en el 2009, donde dice qué se permite realizar en cada zona y qué no, en las zonas núcleo, de amortiguamiento y uso.

En la zona núcleo de cualquier reserva estatal o federal se realiza investigación científica y conservación. No se permiten actividades humanas.

La investigación científica incluye colocación de cámaras trampa para monitoreo de fauna silvestre, aves, cuerpos de agua, todo lo que pueda aportar al tema de ambiente o conservación.

“En la zona de amortiguamiento se puede hacer un aprovechamiento sustentable, ya sea de madera o utilización de los recursos naturales de una manera adecuada; hay una restricción exacta, dependiendo de la población que podamos encontrar”, señala Arturo Balam Coyok.

Como su nombre lo indica, en la zona de uso se permite todo tipo de aprovechamiento, mayormente es el lugar donde está la población incluida dentro de la reserva que prácticamente es carretera Escárcega- Chetumal, los ejidos Silvituc, Centenario Xbonil,

Constitución, Concepción, Conhuás, Kilómetro 120 y Emiliano Zapata. Se permite la ganadería para que la gente tenga dónde trabajar.

Por el contrario, en la zona núcleo no se permiten actividades, pues solo es para conservación, sin embargo, el encargado de las reservas estatales reconoce que sí se han registrado problemas de tala ilegal, que ahora persisten.

Explica que, en las reservas Balam kú y Balam kim hay una tala ilegal selectiva que ha depredado especies de árboles como ciricote, granadillo, caoba y cedro que están en la NOM 059, es decir, en peligro de extinción.

“En una hectárea una persona puede tomar cinco seis o siete árboles. Se traslada a otro lugar donde busca especies. Ahora la gente está talando tzlam, nabá, que es parecida al granadillo. Estamos hablando de una especie que no talaban, pero como las otras ya no existen o ya se están acabando, buscan otras alternativas. Posiblemente, después veamos que empiezan a depredar el chaká u otras especies”.

Contra ello se ha emprendido una lucha por la protección de los recursos preciosos por medio de recorridos de vigilancia, con las instancias federales involucradas. No obstante, no se ha logrado frenar al cien el tráfico ilegal de madera donde, “ya no hablamos de la selva de Campeche, sino que le damos un valor más grande que es la selva maya”.

Es decir, ésta involucra a los tres países colindantes, México, Guatemala y Belice.

A las acciones de inspección se suma el trabajo de educación ambiental en escuelas de los ejidos, además del programa de manejo de uso de suelo, actividades agropecuarias y antes de la temporada, así como el monitoreo biológico de especies, gracias al cual se ha permitido conocer la riqueza de la fauna silvestre.

“El objetivo de la Semabicce es trabajar con la comunidad, mostrar alternativas sustentables para que se puedan mantener y podamos trabajar junto con ellas. Que estén trabajando con nosotros de la mano”.

La exuberante selva maya, en la que han interactuado sus habitantes por miles de años, pasa por una de las etapas más cruciales debido a diversos factores como el imparable saqueo maderero y de otros recursos, o el cambio climático.

Hoy más que nunca es indispensable mirar hacia la riqueza verde, al macizo forestal más grande y en mejor estado de conservación en todo el país, la selva maya que, a pesar de la depredación, continúa con vida.

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