Ante el pésimo servicio de recoja de basura en las colonias, pepenadores optan por arrojar todo tipo de desechos en esa zona.
Las autoridades creen que con sólo poner letreros acabará esa práctica, cuando no implementan acciones contundentes para frenar la contaminación ambiental, mencionó.
Tripas y plumas de pollo, perros y gatos muertos, frutas podridas, bolsas con huesos de cerdo y res, llantas viejas y todo tipo de desperdicios generan pestilencia y causan mala imagen de la ciudad.
Lo peor del asunto es que los dos caminos que conducen a apiarios y algunas milpas, están casi tapados por la basura.