Más de 150 ejidatarios y campesinos del municipio de Hecelchakán al norte de Campeche, aseguran que perdieron alrededor de 10 mil hectáreas de maíz debido a la falta de lluvias.
Dicen que la sequía del año pasado fue una de las más intensas de los últimos cinco años.
“Esta temporada lo que nos faltó fue la lluvia, el tiempo de lluvia a tiempo, si se dan cuenta esto es atrasado y también el fertilizante, el fertilizante de esta vez estuvo muy granulado, como que no se absorbió, se queda ahí una parte del fertilizante y también el control de la maleza”, dijo Jorge Edhuan Dzul, campesino.
“Como podemos ver en algunas partes como aquí en este terreno se puede ver que el fertilizante no se diluye y se queda en granitos todavía y no hace el efecto necesario para que pueda alimentar bien a las plantitas en este caso a las mazorcas, el maíz”, señaló Carlos Queb, presidente de la Organización de Campesinos de Hecelchakán.
Jorge Ehuan Dzul se dedica a la siembra de maíz y por la falta de lluvias perdió gran parte de su cosecha.
“Este año perdimos el 50 por ciento de la producción normal que tenemos cada año”, dijo Jorge Ehuan Dzul, campesino.
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Las pérdidas económicas serían de 100 millones de pesos, pues los ejidatarios apenas sacarían entre 400 y 500 kilos por cada hectárea, cuando se esperaba hasta cinco toneladas.
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“En muchos lugares se dio una tonelada de maíz cuando debe dar entre lo normal 4 toneladas por hectáreas. Es una pérdida porque la inversión aproximada de cada hectárea es de 10 mil pesos y entonces imagines usted una tonelada que cuesta a 620 el kilo, quedan 6 mil 200 por cinco hectáreas imagínese lo que se invierte y lo que pierde el productor”, comentó Carlos Queb, presidente de la Organización de Campesinos de Hecelchakán.
La Comisión Nacional del Agua advirtió que la sequía continuará durante este 2022 por el fenómeno de La Niña y las afectaciones podrían ser mayores en los próximos meses.