música

Lo que viven los pueblos originarios en la actualidad en cuanto a su cultura continúa vivo, en parte por el conocimiento poético que existe, explica el músico Javier Meza “Elkalulu”, músico de lengua Ngigua Ngiwua, procedente de Oaxaca quien, con su arte, busca fortalecer su identidad y lengua indígena.

Pertenece a una generación de músicos y tiene más de 20 años cantando con una voz que se identifica con sus raíces y la de otros pueblos originarios.

Su influencia poética es una mezcla de conocimientos tradicionales de sus abuelos, los maravillosos poemas de Nezahualcóyotl, así como del trabajo de Víctor Jara, Violeta Parra, entre otros.

Ha cantado música de Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, de Atahualpa Yupanqui, compositores latinoamericanos que han permeado en diferentes etapas de su vida, lo que le llevó a estudiar música, presentarse en escenarios desde muy corta edad y a experimentar con las personas.

Cuenta a La Voz del Caraol que, ahora se enfoca en las comunidades de los pueblos mexicanos, por su puesto también los peninsulares (específicamente Campeche) para platicar con las personas mayores y comprender su filosofía.

Su primer disco se llama Turuami, que quiere decir, te amo, en chocholteco, tema del mismo nombre que presentó en el Teatro de la Ciudad “Francisco de Paula Toro”, en una noche de misticismo musical, paz, unión humana y poesía a través de diversos cantos interpretados ante los campechanos; se reprodujo el susurro de la selva, del felino, de los arroyos de agua para inducir una introspección hacia el propio ser y su raíz.

“Estamos promocionando esta música que tiene que ver con el rescate de la lengua o su visibilización; sólo hay alrededor de cien hablantes de Ngigua Ngiwua que rondan la mayoría de edad, los 80 años, lo que es un caso muy catastrófico porque año con año siguen disminuyendo”, remarca.

Ante la falta de un proyecto que impulse la conservación de su lengua y de otras que estén en peligro de desaparición, “intentamos concienciar sobre la importancia de hablarla”, de ahí que las canciones están en esta lengua y propone unirnos a través de la fuerza de los pueblos originarios para que seamos más los que estemos en el rescate.

Asimismo, propone una nueva orquestación y renovar la tradición musical a través de la filosofía ancestral, la poesía y la carga histórica de los pueblos que también se necesita rescatar.