peregrinos

Seis peregrinos originarios de Hopelchén, Campeche que el pasado 14 de noviembre dejaron la comodidad de sus hogares para cumplir una manda de agradecimiento a la virgen de Guadalupe.

Abraham Alfonso de 24 años lidera el grupo de ciclistas que lograron llegar a la Ciudad de México para visitar la virgen de Guadalupe, donde agradecieron por los favores hechos y sobre todo por proteger a sus familias del covid-19.

“Yo tengo dos hijos, una niña y un niño, que hasta el momento se han librado de la enfermedad que el mundo está atravesando, y le pedimos que así nos ayude a seguir”, expresó Abraham.

A la Basílica llegaron a en una camioneta, pero al salir montaron sus bicicletas, habilitadas con cajas, lámparas y pañuelos para comenzar con su peregrinación.

El recorrido en bicicleta debe durar menos de cuatro semanas, pues pretender llegar el 12 de diciembre, día en que se celebra a la virgen morena, a su natal Hopelchén.

 

Abraham y cuatro de los seis peregrinos que este 2021 viajan juntos, llevan ocho años pedaleando sus bicicletas al llegar noviembre como parte de sus promesas a la virgen del Tepeyac.

Ya conocen la ruta por lo que calculan los días de pedalear, así como los de descanso, para estar en la misa de bendición a tiempo.

Por largas horas atraviesan los estados de Puebla, Veracruz y Tabasco hasta llegar a su natal Campeche, todo en bicicleta y cargando en sus espaldas las estatuas de más de un metro de altura y diez kilos.

Pero al duro recorrido en bicicleta, se suman los riesgos que pueden enfrentarse por las lluvias y el frío, pues ello complica manejar adecuadamente la unidad de dos ruedas y corren riesgo de caer.

“El recorrido hay días que son buenos y otros que si son malos; hay gente buena y hay gente mal que no nos quiere dar el paso o van muy a prisa y pues muchos nos avientan las unidades, pero tratamos de evadirlos y no arriesgarnos”, dice Abraham.

Descansan en parroquias e iglesias donde les brindan ayuda Abraham y sus amigos menores que él, descansaron en la catedral de San José ubicada en el centro de Coatzacoalcos; algunos duermen y un par cuida de las imágenes de todos.

Sus pies y manos ya lucen algunas ampollas pues han completado una semana de recorrido a bordo de su bicicleta.

“Hay iglesias donde si nos apoyan, nos dan de comer y hasta nos dan espacio para dormir en unas camas o colchonetas, aunque aprovechamos las noches para descansar y salir muy temprano a carretera”, dice el peregrino.

Junto a Abraham, se encuentra Manuel de 17 años, quien desde que comenzó el año le prometió a la virgen que, si protegía a sus padres de enfermedades, haría el mismo recorrido.

“Yo apenas llevó tres años haciendo le recorrido en bicicleta, pero es una promesa a la virgen que estamos cumpliendo, lo hacemos con fe y pues alegría, aunque es cansado”, admite Manuel.