CAMPECHE, CAMP.- La organización ambientalista Greenpeace y el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) presentaron una denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y el Servicio Nacional de Sanidad Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) por la siembra de soya y maíz “probablemente transgénico” en 14 comunidades de Campeche.

La denuncia es contra quien o quienes resulten responsables por la siembra en las comunidades de Santa Rosa, Xtampac, Huechil, Bolonchén, Ich Ek, Santa Fe, Crucero San Luis, Nueva Esperanza, Sacabchén, Poste, Katab, Xcalot, Komchén y Nuevo Progreso, todas del municipio de Hopelchén, uno de los 13 municipios del estado, al oriente y fronterizo con Yucatán y Quintana Roo.

La acusación, respaldada por las oenegés Indignación y la Alianza Kabnalo’on, surge luego que los habitantes informaron que durante junio, julio y agosto observaron la siembra de semillas, así como la aplicación de agroquímicos, entre ellos glifosato, por lo que se sospecha que las semillas sean transgénicas.

El 18 de junio pasado, los denunciantes presentaron una solicitud ante la Profepa y el Senasica para pedir inspecciones para detectar y evitar la liberación y siembra de semillas de maíz y soya genéticamente modificadas.

“Senasica debe asegurar las semillas e investigar e identificar los puntos de comercialización, distribución y/o rutas de ingreso de la soya GM a Campeche”, señaló Nancy Viridiana Lázaro Lembrino, especialista en agricultura y cambio climático de Greenpeace México.

 

 

Urgen a garantizar el derecho humano de un ambiente sano

Ambas organizaciones urgen a la Semarnat y Profepa garantizar el derecho humano a un medio ambiente sano, y vigilar las actividades que pondrían en peligro la preservación de especies y causar daño a los ecosistemas, así como monitorear los efectos de liberar organismos genéticamente modificados.

“Debe haber visitas de inspección para vigilar y evaluar el cumplimiento de las disposiciones jurídicas para la preservación y protección de la vida silvestre y sus ecosistemas, así como la bioseguridad de organismos genéticamente modificados como lo establece el reglamento interno de la Semarnat.”

Prohibicióm del maiz transgénico

Urge la aplicación del decreto presidencial que prohíbe el maíz transgénico y el glifosato para evitar contaminación y proteger las razas de maíces nativos, y la agrobiodiversidad con monitoreos para que las semillas no sean transgénicas, y se debe facilitar el fomento a la siembra de variedades nativas, entre otras.

“Invocamos el Acuerdo de Escazú, que prevé garantizar la implementación plena y efectiva en América Latina y el Caribe de los derechos de acceso a la información ambiental, participación en la toma de decisiones ambientales y acceso a la justicia” en asuntos inherentes, concluyen el Cemda y Greenpeace.