Carlos III hereda de Isabel II el trono británico pero también la fortuna privada de su difunta madre, una patrimonio colosal aunque insuficiente para rivalizar con los británicos más ricos. Una inmensa parte de la riqueza de Isabel II pasará a Carlos sin que el Estado británico reciba un penique en impuestos de sucesión. Pero la principal riqueza real -las propiedades de la […]