La Universidad Autónoma de Campeche (UACAM), a través de la Facultad de Ingeniería, está llevando a cabo un proyecto experimental de deshidratado y procesamiento de productos no comercializables del sector pesquero, con el fin de generar ingresos adicionales y promover la sostenibilidad en esta industria.

La ingeniera Margarita Castillo Téllez, líder de este proyecto, explicó que su enfoque se centra en aprovechar el 70% de los desechos generados por los pescadores, transformándolos en harina, pellets comestibles y biofertilizantes. Para ello, están utilizando maquinaria con tecnología híbrida de energías renovables.

“Nos hemos sumado a una convocatoria del Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conacyt), dentro de los Programas Nacionales Estratégicos, con este proyecto que llevamos trabajando durante tres años. Nuestro objetivo es contribuir a la soberanía alimentaria de los pescadores”, destacó la ingeniera Castillo Téllez.

El equipo de investigación ha realizado estudios en diversas zonas pesqueras de Seybaplaya, Sabancuy, Punta Xen y Lerma, identificando oportunidades para aprovechar al máximo los recursos pesqueros de las costas campechanas.

“Actualmente, solo se aprovecha aproximadamente el 30% del pescado, como filete. Nosotros estamos dando valor a los desechos, como las cabezas, espinas y colas, que representan el 70% restante”, explicó.

Castillo Téllez aseguró que están haciendo uso eficiente de los recursos otorgados por el Conacyt para adquirir la maquinaria necesaria para procesar estos desechos, así como para deshidratar el pescado que los pescadores devuelven al mar debido a su deterioro o bajo valor comercial, utilizando secadores solares.

“Estamos transformando estos desperdicios en productos de valor agregado, como pellets para alimentación animal, hidrolizados de colágeno, biofertilizantes y condimentos. Esto no solo reduce la contaminación ambiental, sino que también genera oportunidades económicas para los pescadores y agricultores de la región”, enfatizó.

El objetivo a largo plazo es establecer una planta de procesamiento capaz de manejar alrededor de 500 kilogramos diarios de residuos de pescado fresco, con el fin de obtener los productos mencionados anteriormente. “Este proyecto representa una colaboración significativa entre diferentes sectores de la Universidad y es fundamental para alcanzar resultados positivos”, concluyó la investigadora.

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