No habrá descanso para la atención de la salud, sobre todo cuando se trata de intervenir en momentos importantes en la vida de una persona, señaló José Luis Reyes Farfán, secretario técnico del Consejo Estatal contra las Adicciones (CECA) y secretario técnico del Consejo Estatal de Salud Mental, quien anunció en rueda de prensa la línea Viviré, que funciona a través del 911, pilar de la Estrategia Nacional para la Prevención del Suicidio.
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Explicó que se capta la llamada y la canaliza con nueve psicólogas expertas que son parte del programa y que están disponibles para poder interactuar, brindar una postura de escuchar y apoyar a las personas que atraviesan algún tipo de crisis por algún tipo de conflicto.
Se hará “todo lo que sea necesario, porque no hay salud sin salud mental”, por ello, la línea funcionará 24 horas del día 356 días al año. Solo se necesita acceso a un teléfono y marcar al 911, que puede ser usado desde cualquier sitio de la República, pues la atención se brindará aún si se está en Mérida, o en cualquiera de los 13 municipios del estado.
“En casi todos los estados, por consenso nacional estamos estableciendo líneas de atención para que sean atendidas las solicitudes desde cualquier municipio, comunidad, o ciudad”.
Expresó que ahora, las personas que sufren depresión, ansiedad, pensamientos suicidas o cualquier otro problema tienen la opción de acudir a la línea Viviré, así como a los servicios de los Uneme Cisame, “un sitio que es el pie derecho de la Coordinación de Salud Mental donde hay servicio de psiquiatría, infantil psicoterapia, de lunes a viernes en las mañanas y tardes”.
La línea para los Unemes Cisame es 981 28 1 44 95 y 981 28 1 43 87.
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Asimismo, como parte de esta fusión de salud mental y adicciones se busca que, a través de la Secretaría Técnica de Salud Mental como eje rector, se usen los servicios de todas las Unemes Capa de Escárcega, Candelaria, Carmen y Campeche, este último en la colonia Minas.
Reyes Farfán destacó que uno de los compromisos es que, cualquier persona en situación de crisis, independientemente que consuman algún tipo de sustancia, o que acuda con un cuadro ansioso o depresivo, pueda ser atendido rápidamente y no se tenga al paciente “de aquí para allá”.
“Si en un servicio de primer nivel la atención no es suficiente, porque requiere intervenciones mucho más complejas, usamos la alternativa del Hospital Psiquiátrico, pero buscamos que no tenga que llegar hasta ahí, sino que la persona pueda ser atendida en cualquier municipio, o entidad”, manifestó.
Agregó que la conducta suicida es un llamado, un grito de auxilio y “hay que estar listos para escuchar y poder intervenir”.
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