La Ley Silla, recientemente aprobada por unanimidad en el Pleno de la Cámara de Senadores, marca un hito significativo en la protección de los derechos laborales en nuestro país. Esta legislación, que ha sido respaldada por 82 votos a favor, representa un paso crucial hacia el bienestar de los trabajadores al garantizar su derecho fundamental al descanso durante la jornada laboral.
El dictamen aprobado en la sesión plenaria no solo reforma y adiciona diversos artículos de la Ley Federal del Trabajo, sino que también envía un claro mensaje sobre la importancia de crear ambientes laborales seguros y saludables para todos. Ahora, los empleadores están obligados a proporcionar el número suficiente de asientos con respaldo para que los trabajadores puedan cumplir con sus funciones de manera cómoda y segura, así como tomar descansos periódicos cuando sea necesario.
Una de las principales disposiciones de esta ley es la prohibición expresa de obligar a los trabajadores a permanecer de pie durante toda su jornada laboral. Además, se establece el derecho de los trabajadores a tomar asiento periódicamente durante el desarrollo de sus labores, lo cual contribuye no solo a su comodidad física, sino también a su salud a largo plazo.
El Reglamento Interior de Trabajo adquiere un papel crucial en la implementación de esta ley, ya que deberá contemplar periodos obligatorios de reposo durante la jornada laboral, así como normas que regulen el uso adecuado de los asientos o sillas con respaldo. Esto garantiza que las disposiciones de la Ley Silla se apliquen de manera efectiva en todos los ámbitos laborales.
Además, las disposiciones transitorias de la ley establecen un plazo máximo de 30 días naturales para que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social emita las normas correspondientes sobre los factores de riesgos laborales. Este enfoque preventivo es fundamental para abordar los problemas de salud a corto y largo plazo asociados con estar de pie durante largas horas, como la fatiga, la insuficiencia venosa, las lesiones musculares y articulares, entre otros.
Entre los objetivos principales de esta reforma se encuentra la reducción de los problemas de salud derivados de permanecer de pie durante largos períodos de tiempo. Se busca mitigar condiciones como la fatiga, la tendinitis, las várices, las lesiones en las rodillas, los dolores musculares, las hemorroides, la lumbalgia y la fascitis plantar, que pueden afectar la calidad de vida de los trabajadores y generar costos adicionales para el sistema de salud.