La ausencia notable de la ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y del presidente de la mesa directiva del Congreso de la Unión en la reciente conmemoración de los 111 años de la Marcha de la Lealtad marca un contraste con eventos similares en años anteriores. En contraposición a tales ocasiones, donde figuras prominentes como la ministra Norma Piña, el entonces presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Santiago Creel, y del Senado, Alejandro Armenta, estuvieron presentes, este año se destacó por su ausencia.
Este año, la ceremonia se llevó a cabo en el histórico Castillo de Chapultepec, donde el Secretario de Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, reiteró el compromiso del Ejército Mexicano con la democracia en el país. En sus palabras, expresó el continuo compromiso de lealtad hacia las instituciones democráticas, el pueblo mexicano y el país en su conjunto.
La lealtad, según destacó Sandoval, es un principio fundamental que ha guiado a las Fuerzas Armadas a lo largo de la historia de México. Esta lealtad se manifiesta en el respaldo constante a las instituciones y en el esfuerzo por contribuir al desarrollo nacional, fortaleciendo el Estado mexicano en su conjunto.
Para los militares, la lealtad representa un compromiso inquebrantable con el cumplimiento de sus deberes, independientemente de las circunstancias. Este compromiso se extiende hacia la patria, las instituciones, la sociedad, los superiores y los compañeros. Es un valor de profundo significado que no solo concierne a las fuerzas armadas, sino a todos los ciudadanos mexicanos.
El titular de la Sedena destacó la importancia de la lealtad en el desempeño de las misiones constitucionales y en las tareas encomendadas por el mando supremo. Este sentido de responsabilidad se ha evidenciado durante la pandemia, en la respuesta ante desastres naturales como el huracán Otis en Guerrero, así como en las operaciones diarias para garantizar la seguridad y en la construcción de infraestructura estratégica para el beneficio social.
En resumen, la lealtad hacia la patria y sus instituciones continúa siendo un pilar fundamental en la labor de las Fuerzas Armadas mexicanas. Este compromiso se manifiesta en acciones concretas que buscan el bienestar y la seguridad de la ciudadanía, demostrando que la lealtad es un valor arraigado tanto en el ámbito militar como en el civil, y que trasciende las fronteras de las instituciones para convertirse en un principio fundamental de la sociedad mexicana.