Ninguna organización puede “reemplazar o sustituir” a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), de la que algunos empleados estuvieron implicados en los ataques del 7 de octubre contra Israel, declaró el martes la coordinadora de la ONU para la ayuda a Gaza.
Varios países, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido, Alemania y Japón, han anunciado la suspensión de nuevos fondos a esta agencia vital para llevar ayuda a los palestinos, principalmente en la Franja de Gaza en medio del conflicto de Hamás e Israel.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, convocó una reunión con representantes de 35 Estados miembros, así como con la Unión Europea, para informarles de las medidas que está tomando la organización y escuchar sus preocupaciones.
La suspensión de la financiación a la agencia que brinda ayuda a cerca de 2 millones de gazatíes es “catastrófica”, alertaron por su parte los dirigentes de las principales agencias de la ONU.
“Retirar los fondos de UNRWA es peligroso y provocaría el colapso del sistema humanitario en Gaza, con consecuencias humanitarias y de derechos humanos de gran alcance en el territorio palestino ocupado y en toda la región”, advierten los 14 firmantes, entre ellos, los jefes de organizaciones del sistema como la OMS, Unicef, PAM o el PNUD.
“El mundo no puede abandonar a la población de Gaza”, instaron.
Este martes Israel acusó a la agencia de ser “una fachada” para Hamás.
Según Israel, 12 de los 13 mil 000 empleados de la agencia en la Franja de Gaza estuvieron implicados en los ataques en territorio israelí del 7 de octubre pasado que dejaron mil 140 muertos, la mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en cifras oficiales.
El movimiento islamista palestino Hamás también secuestró a 250 personas, de las cuales, según Israel, unos 132 permanecen en Gaza, incluidos los cadáveres de al menos 28, mientras la ofensiva israelí en este pequeño territorio ha matado al menos a 26.751 personas, la mayoría mujeres y niños.
UNRWA indicó que despidió a la mayoría de los doce empleados presuntamente implicados en el ataque de octubre y ha abierto una investigación.
La agencia de la ONU lleva mucho tiempo bajo la lupa de Israel, que la acusa de ir sistemáticamente en contra de sus intereses. Israel ha prometido poner fin a su trabajo tras la guerra.
“Queremos que ese trabajo continúe, y por eso es tan importante que las Naciones Unidas se tomen en serio este asunto, que investiguen, que se exijan responsabilidades a cualquiera que se descubra que ha actuado mal y que tomen cualquier otra medida apropiada para garantizar que este tipo de cosas no vuelvan a ocurrir”, dijo este martes el portavoz del Departamento de Estado en Washington Matthew Millerque.
Estados Unidos, que desde octubre ha aportado 121 millones a UNRWA, ha congelado la entrega de otros 300.000 dólares en las próximas semanas, dijo.
AFP