Los agricultores de maíz que sembraron en agosto están recurriendo al uso de drones para combatir las plagas del gusano cogollero y del llamado “falso medidor” debido a que estas plagas se han vuelto más resistentes a los plaguicidas.
José Alfredo Poot Aguayo, un productor de la comunidad San Francisco Suc Tuc, señaló que las primeras siembras tuvieron éxito, pero enfrentaron desafíos para controlar las plagas de gusanos en más de 400 hectáreas de maíz.
En el caso de las 100 hectáreas plantadas en la segunda siembra, también se han visto afectadas por las mismas plagas de gusanos. Para combatirlas, están utilizando drones, lo que ha aumentado los costos de producción. Los agricultores han tenido que alquilar drones a un costo de 450 pesos por hectárea. Algunos también recurren a maquinaria agrícola conocida como “arañas”. Fumigar con bombas aspersoras pondría en riesgo la salud de los agricultores, ya que las plantas han alcanzado una altura considerable.
La falta de lluvias intensas no ha ayudado a eliminar las plagas de las plantas. El costo promedio de la siembra por hectárea se estima en 10,000 pesos, lo que representa una inversión significativa. Para cerca de 250 productores, esta inversión supera los cinco millones de pesos en total.