Los movimientos telúricos en la zona del centro del país no son cosa rara; el pasado 10 de mayo, el Servicio Sismológico Nacional (SSN) reportó que la Ciudad de México sufrió un microsismo de magnitud 3.0
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Con este movimiento no se activó la alerta sísmica de la ciudad, por lo que se generó controversia y, sobre todo, dudas entre los habitantes de la metrópoli. Las redes sociales fueron testigo de todas estas dudas como: ¿Por qué no sonó la alerta? ¿Que es un microsismo? ¿Se viene un terremoto de mayor intensidad?
Es por esto que aquí te contamos más detalles sobre este tipo de fenómenos.
Algunas hipótesis refieren que los microsismos pueden ser una consecuencia de sismos de mayor intensidad que se presentan en las costas. De acuerdo con el Instituto de Geofísica de la UNAM y el Servicio Sismológico Nacional, los microsismos son temblores que se generan en suelos con pequeñas fracturas de la tierra, ubicados cerca de la superficie.
El departamento de Sismología del Instituto de Geofísica de la UNAM ha señalado que los microsismos pueden tener otras causas, además de pequeñas rupturas de la tierra cercanas a la superficie. Algunas de estas causas pueden ser explosiones cercanas, hundimientos y movimientos de tierra provocados por lluvias intensas.
Pero ¿de qué magnitud es un microsismo y cuándo deja de ser considerado como tal?
Según el Servicio Geológico de los Estados Unidos, un microsismo es aquel que tiene una magnitud menor a 3.0 en la escala Richter, y generalmente no causa daños significativos o nulos.
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El C5 de la Ciudad de México hizo un recordatorio a los ciudadanos de que las alertas sísmicas no se activan cuando el epicentro del sismo se localiza dentro de la propia ciudad.
Sismo Alerta Mexicana, un proyecto dedicado a la difusión de información sobre alertas sísmicas, coincidió con el Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la CDMX (C5) en que es imposible emitir una alerta sísmica cuando el epicentro del temblor se encuentra dentro de la Ciudad de México debido a la velocidad de propagación de las ondas sísmicas y las limitaciones en el tiempo de alertamiento.