La Segunda Guerra Mundial ha dado diversas historias con protagonistas en el campo de batalla pero hay una que ha sido la fascinación de biógrafos y la cual será plasmada en una película. Hablamos de Lee Miller, fotoperiodista estadounidense que reportó para la revista Vogue los estragos de dicha etapa de la historia.

EL 30 de abril de 1945, Elizabeth Lee Miller fue retratada en la bañera de Adolfo Hitler por David Scherman, fotógrafo de la revista Life. Curiosamente ese día el Fürher se suicidó en Berlín. La instantánea fue tomada en el piso 16 de Prinzregentenpl en la ciudad de Múnich.

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Las botas sucias, la foto de Hitler al fondo y más elementos llamaron la atención de todos ya que el ingresar a casa del dictador alemán fue un statement. De igual manera la pareja durmió en la cama del político.

De niña a modelo

Lee, nacida el 23 de abril 1907,  no tuvo una infancia fácil ya que a sus siete años fue violada por un amigo de su familia y además contrajo Gonorrea. Luego de ese hecho su padre, Theodore Miller, optó por retratarla desnuda siendo menor de edad justificando dicho acto como «artístico» y para hacerla olvidar el doloroso tratamiento al que fue sometida.

A sus 18 años Lee fue enviada a París para estudiar teatro pero no duró mucho tiempo allá ya que su padre decidió regresarla y a partir de ahí iniciaría una nueva etapa.

El inicio de su carrera como modelo se dio de forma «accidental» y fue para la revista Vogue en 1927. Esto se dio luego de que Condé Montrose Nast, creador de la editorial Condé Nast, la salvó de ser atropellada por un tranvía y le propuso trabajo. Ese mismo año fue parte de la portada de la revista de moda y en 1929 decide que su camino debe ser otro.

Luego de ser fotografiada por Nickolas Murray y Arnold Genthe, comenzó a interesarse en el retrato. Esta carrera la aprendería de la mano de Man Ray, cuyo estilo estaba inspirada en el dadaísmo y el surrealismo.

Luego de causar polémica por posar para una campaña de higiene menstrual decidió irse a París para ser alumna de Ray, pero esto no fue fácil ya que el artista la rechazó pero gracias a la insistencia, Lee Miller logró su cometido.

Con el paso de las lecciones ambos llegaron a ser amantes e inventaron la técnica de la solarización por accidente. Además, su acercamiento con Man Ray la incluyó en un círculo amistoso con personajes como Salvador Dalí, Pablo Picasso (quien la retrató en distintas ocasiones), Jean Cocteau y Paul Eluard.

De la Guerra y los retratos

La Segunda Guerra Mundial se dio entre 1939 y 1945. En esos años Lee Miller comenzó a fotografiar lo ocurrido en los bombardeos en Londres. Fue corresponsal del London War Correspondents Corp y Vogue capturando los estragos del conflicto.

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Para 1942 fue acreditada por el Ejercito estadounidense para retratar lo que ocurría en el conflicto y entre los momentos que capturó fueron la ejecución de Ladislao Bárdossy, líder de Hungría en aquel entonces y la muerte de menores de edad en Viena.

Lee Miller en 1947 regresa a Inglaterra y queda embarazada del poeta Roland Penrose. El enfrentarse a situaciones tan duras como la guerra le causaron estrés postraumático dejando de lado su más grande afición. Pero también demostró que era muy buena cocinera ya que era amante de lo gourmet.

Roland Penrose es nombrado caballero y la fotógrafa pasó de ser Lee Miller a Lady Penrose. En 1977 muere a causa del cáncer en Inglaterra y curiosamente en sus obituarios no pusieron su nombre de nacimiento sino el título otorgado gracias a su marido.

Puedes encontrar parte de su archivo aquí.

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