El producto interno bruto de Rusia disminuyó 2.1% durante 2022, lo que indica una resistencia mayor a la esperada a las duras sanciones occidentales impuestas a Moscú tras su ataque a Ucrania, según estadísticas oficiales publicadas el lunes.
Y la agencia de estadísticas “Rosstat” anunció en un comunicado que “el producto interno bruto disminuyó un 2.1 por ciento” en 2022 en comparación con el año anterior.
En septiembre, el Ministerio de Desarrollo Económico esperaba una caída del 2.9 por ciento, mientras que el Banco Central de Rusia pronosticó en diciembre una caída de “aproximadamente el 3 por ciento”.
Según las cifras anunciadas por el presidente ruso, Vladimir Putin, el 17 de enero, se esperaba que el producto interno bruto ruso disminuyera un 2.5% para todo 2022, muy por debajo de las previsiones catastróficas que se hicieron la primavera pasada tras el inicio de la invasión rusa de Ucrania.
Aunque muchos observadores cuestionan la credibilidad de las cifras emitidas por las autoridades rusas debido a la ambigüedad que rodea a muchos indicadores económicos desde el inicio del conflicto en Ucrania, la economía rusa resiste más de lo esperado el embate de las sanciones occidentales.
A finales de enero, el Fondo Monetario Internacional vaticinó, en un informe, “una contracción económica más moderada de lo esperado en Rusia en 2022″, estimada en -2.2%, frente al -3.4% anterior, señalando que “le seguirán crecimiento significativamente.” leve en 2023.
Las estadísticas se publican en la víspera de un discurso anticipado de Putin en el parlamento, tres días antes del primer aniversario del inicio de la invasión rusa de Ucrania.
La inflación se estabilizó en enero en torno al 12% anual en Rusia, según Rostat, tras registrar un fuerte repunte, alcanzando en abril un récord de veinte años del 17.8%, respecto al mismo mes del año anterior, durante las semanas siguientes al comienzo del ataque ruso contra Ucrania.
Y después de que los precios registraran un aumento en Rusia debido a la recuperación económica tras la epidemia de Covid-19 y el auge de los precios de las materias primas, presenciaron un nuevo aumento en el segundo trimestre de 2022 durante las semanas posteriores a la invasión de Ucrania.
A principios de febrero, el Banco Central de Rusia esperaba “una inflación anual de entre el 5 y el 7 % en 2023, antes de volver al 4 % en 2024”.
En términos de PIB, la titular del Banco Central de Rusia, Elvira Nabiullina, esperaba que “regresara al rango positivo a mediados de este año”.
En cuanto al pronóstico del PIB para 2023, dijo a periodistas que oscilará entre -1% y +1%, es decir, entre una contracción débil y un crecimiento leve a pesar de las sanciones internacionales.