Este es el caso del Río Colorado, el cual suministrará menos agua en los próximos dos años a algunos estados de la Unión Americana y de México con la finalidad de evitar un “colapso catastrófico” a su cauce, dijo Tanya Trujillo, secretaria adjunta de Agua y Ciencia del Departamento del Interior en un comunicado.
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El agua del Río asignada al estado de Arizona descenderá un 21% en 2023, mientras que Nevada obtendrá un 8% menos. Para el caso de México, se reducirá en 7 por ciento.
El río, considerada una vía fluvial vital en la región oeste estadounidense, se encuentra en niveles críticos debido a que en más de 20 años, las precipitaciones se han ubicado muy por debajo del promedio. Asimismo, el cambio también es parte del ciclo natural de sequía provocado por el cambio climático.
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“El recrudecimiento de la crisis de sequía que impacta al Río Colorado se debe (…) al calor extremo y la baja precipitación. La sequía severa, a su vez, aumenta el riesgo de incendios y afectación en los ecosistemas”; afirmó por su parte Tommy Beaudreau, secretario adjunto del Interior.