El término geopolítica, que se usa para estudiar la dinámica entre la acción política del hombre que altera su geografía y las relaciones entre naciones, embona sin roces en el caso que hoy en día protagonizan Bielorrusia, Polonia, Rusia y la Unión Europea.

El conflicto se puede resumir en una explicación aparentemente sencilla: migrantes de Medio Oriente presionan desde Bielorrusia, en la frontera con Polonia, para ingresar de forma irregular y buscar refugio en ese y otros países del Viejo Continente. Pero hay otra historia subyacente.

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La reelección del presidente Aleksander Lukashenko en 2020 fue muy cuestionada por señalamientos represión hacia la oposición, cuyos representantes debieron salir del país ante el riesgo de prisión.

Europa reaccionó con sanciones para el país más apegado a su pasado socialista como parte de la URSS y de los más leales a la la Rusia de Vladimir Putin, a quien también acusan de estar detrás de una operación que fomenta la movilidad de los migrantes -en su mayoría kurdos-, hacia Europa, como una medida de presión para que desde Bruselas se alivien las sanciones… escenario que no se ve cercano.

Infografía: Xavier Rodríguez

Apenas ayer, Polonia anunció que hizo retroceder a centenares de migrantes que intentaban entrar en su territorio, y acusó a Bielorrusia de “terrorismo de Estado por organizar esta crisis a las puertas de Europa”.

El bloque europeo no solo no retiraría las sanciones, sino que impondría más castigos.

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Charles Michel, presidente del Consejo Europeo, declaró en Varsovia que había «nuevas sanciones sobre la mesa», mientras que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que esperaba «una ampliación de las sanciones» la próxima semana.

«Es un intento de un régimen autoritario de intentar desestabilizar a sus vecinos democráticos. Y no tendrá éxito», dijo Von der Leyen, tras reunirse con el presidente estadounidense Joe Biden, en Washington.

LA ONU EXIGE RESPUESTA

La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, se dijo preocupada por la dinámica entre Polonia y Bielorrusia, pues no garantiza la seguridad de los migrantes, entre ellas mujeres y niños, que apenas se resguardan del frío en campamentos improvisados.

Por su parte, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) también mostraron su inquietud ante las últimas noticias recibidas y, al igual que Bachelet, pidieron a los Estados que garanticen la seguridad y los derechos humanos de las personas.

CON INFORMACIÓN DE AGENCIAS

FRASE

“Aprovecharse de la desesperación y la vulnerabilidad de los refugiados y migrantes con promesas irreales y engañosas es inaceptable y tiene graves consecuencias humanas”

Declaración conjunta
ACNUR y Organización Internacional para las Migraciones, ONU

¿Debe haber recursos para alambradas?

La escalada de la crisis en la frontera entre Polonia y Bielorrusia con la llegada de migrantes que intentan ingresar al territorio de la Unión Europea (UE) dejó al descubierto un debate en el bloque sobre la financiación de vallas o barreras fronterizas, especialmente en países del borde de la región.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, dijo ayer durante una visita a Varsovia que tal financiación era «legalmente posible» y que se estaba debatiendo activamente entre los estados del bloque.

Sin embargo, esta visión quedó en abierto contraste con las declaraciones formuladas por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien hace tres semanas dijo a líderes del bloque que «no habrá financiación para alambradas o muros antiinmigrantes»… y quiso ser muy clara al respecto.

En Polonia, Michel se refirió a «infraestructura física» y no especificó si se refería a alambre de púas u otras barreras, pero dejó deslizar que los estados miembros de la UE estaban analizando esa posibilidad.

“Me refiero a una infraestructura física que protegería mejor a la UE, y me refiero, sobre todo, a países de primera línea, porque las fronteras nacionales también son fronteras de la UE”, dijo la víspera Michel junto al primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki.