Las altas temperaturas de la primavera aumentan el riesgo de golpes de calor y quemaduras en la piel, especialmente en los niños y niñas que son más susceptibles a la exposición al calor mientras disfrutan de actividades al aire libre durante las vacaciones. Adrián Mellado González, presidente del Colegio de Médicos de Campeche, advierte sobre esta situación.
En una entrevista, Mellado González explicó que la exposición prolongada al sol sin protección adecuada puede provocar un brusco aumento en la temperatura corporal, superando los 40 grados Celsius, poniendo en peligro la vida de las personas.
Los síntomas para identificar estos problemas de salud incluyen aumento de la temperatura corporal, mareos, dolor de cabeza y pérdida de conciencia, que pueden ser momentáneos o prolongados. Se recomienda sacar a la persona del área con altas temperaturas, refrescarla con agua, proporcionar ventilación y, si está consciente, darle líquidos fríos.
“Si la persona no recupera la conciencia, es necesario enfriarla mientras se la traslada al hospital lo más pronto posible. Afortunadamente, en Campeche estamos conscientes de los riesgos de los golpes de calor, y ante los primeros síntomas, se toman medidas rápidas y se busca refugio del sol. Se proporcionan primeros auxilios adecuados en las unidades deportivas, donde estos casos son más comunes”, mencionó.
Aunque no se tiene una cifra exacta sobre los casos de golpe de calor atendidos en los últimos meses con altas temperaturas, Mellado González informó que sí se han tratado personas en los consultorios, desde casos leves hasta graves que requieren atención hospitalaria.
“Hemos atendido casos en los consultorios debido a los cambios bruscos de temperatura, especialmente al salir del sol o permanecer en lugares cerrados y mal ventilados. Es importante que los padres estén más pendientes de sus hijos durante esta temporada de vacaciones, especialmente en las playas, donde pueden sufrir no solo golpes de calor, sino también quemaduras solares severas debido a la falta de protector solar. A veces, los padres se distraen y permiten que jueguen bajo el sol durante periodos prolongados”, concluyó Mellado González.