La moneda mexicana comenzó la semana en retroceso frente al dólar estadounidense, alcanzando un máximo de 16.86 y promediando 16.82 unidades durante la jornada del lunes. Esto marca una pérdida de terreno con respecto a la semana anterior, cuando sorprendió a los mercados al llegar a 16.66 unidades.
Los anuncios monetarios esperados tanto por la Reserva Federal como por el Banco de México sobre las tasas de interés han ejercido presión sobre el valor del peso mexicano, afectando el impulso que había mantenido desde el inicio del año.
BBVA advirtió recientemente que, tras las decisiones de política monetaria, especialmente si Banxico confirma un recorte inicial en las tasas, es probable que el peso mexicano debilite aún más, posiblemente superando nuevamente los 18 pesos por dólar.
Por su parte, Banco Base proyecta que mientras la Fed puede optar por mantener sus tasas estables debido a un rebote inflacionario en Estados Unidos en febrero, en México se espera una reducción de 25 puntos base, pasando del 11.25% al 11% en la tasa de interés.
Los indicadores sugieren que el peso podría superar las 17 unidades por dólar en los próximos días, influenciado por los anuncios de los bancos centrales.
La semana pasada, el peso mexicano registró un incremento del 0.62%, cotizando alrededor de 16.71 pesos por dólar, situándose como la segunda moneda más apreciada, después del peso chileno, que avanzó un 1.98%, y por delante del peso colombiano, que mostró una apreciación del 0.49%.
Los analistas están divididos en cuanto a las expectativas sobre el Banco de México. Mientras algunos esperan que mantenga una postura restrictiva en los próximos meses y prevén un recorte de 25 puntos base este 21 de marzo, otros argumentan que los tipos de interés deberían permanecer sin cambios hasta junio.