Nueva gobernanza.
La posición de Henry, en el poder desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, era cada vez más frágil desde principios de marzo, cuando las principales bandas armadas se aliaron para exigir su renuncia y hundir el país en la violencia más despiadada.
El gobernante tendría que abandonar su cargo en febrero, pero hizo un acuerdo con la oposición y pospuso aún más la convocatoria de elecciones, en un país que no celebra comicios desde 2016.
El gobierno de Henry será sustituido por un consejo presidencial de transición compuesto por siete miembros que representarán a los mayores partidos políticos del país, al sector privado y al Acuerdo Montana, una coalición que propuso un gobierno interino tras el asesinato de Moïse.
Ante la inseguridad constante, el país más pobre de América sufre una grave crisis humanitaria.
El responsable del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU en Haití, Jean-Martin Bauer, afirmó el martes en un comunicado que la nación caribeña vive “una de las crisis alimentarias más graves del mundo” con “1.4 millones de haitianos al borde de la inanición”.
“Esperamos una tregua, pero la situación en Puerto Príncipe es difícil desde hace tiempo, incluso antes de las dos últimas semanas”, declaró a la prensa por videoconferencia.
“En Haití en este momento, llevar a los niños a la escuela, ir al supermercado, ir a trabajar… Todas estas cosas son extremadamente arriesgadas”, añadió.
La capital, controlada en gran parte por las pandillas, “es una burbuja. No hay forma de entrar ni de salir y de momento no podemos traer comida. Pero tenemos un almacén y los alimentos que hay en él se distribuyen prioritariamente a la población desplazada”, según Bauer.
AFP