Los residentes abandonan sus hogares mientras la violencia de las pandillas aumenta en Puerto Príncipe. Credit: CLARENS SIFFROY/AFP.

Inseguridad.

"La inseguridad está por extenderse a escala nacional: hay violencia en Artibonite (región al noroeste de la capital, ndlr), bloqueos en Cap Haitien (norte), y escasez de combustibles en el sur", destacó Branchat.
Según la OIM, 362 mil personas -de las cuales más de la mitad son niños- están actualmente desplazados en Haití, cifra que ha subido un 15% desde el inicio del año.
Fabiola Sanon, residente de la capital, narró a la AFP cómo su marido James, de 32 años, fue asesinado durante los recientes ataques.

Hospitales bajo ataque, escasez de alimentos e infraestructuras bloqueadas, Puerto Príncipe, sufría el sábado una situación humanitaria cada vez más precaria el día después de una nueva jornada de enfrentamientos entre la policía y las pandillas.

“Los habitantes de la capital viven confinados, no tienen a dónde ir”, alertó el sábado Philippe Branchat, jefe de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), al describir una “ciudad en estado de sitio”.

“Las personas que huyen no logran contactar a los miembros de su familia o a sus amigos que están en el resto del país para poder encontrar refugio. La capital está rodeada de pandillas armadas y peligrosas”, afirmó.

Credit: CLARENS SIFFROY/AFP.

Las bandas criminales, que controlan vastas áreas de la capital así como las vías de acceso que conducen al resto del territorio, llevan varios días atacando comisarías, prisiones y tribunales.

Las pandillas y una parte de la población exigen la renuncia del primer ministro, Ariel Henry, que está fuera del país.

Según los últimos reportes, Henry está en Puerto Rico luego de su llegada tras un viaje al extranjero.

Ante la violencia, decenas de habitantes tomaron el sábado los locales de una oficina de la administración pública en Puerto Príncipe, con la esperanza de encontrar allí refugio, según un corresponsal de la AFP.

“Desde anoche no hemos podido dormir. Huimos, yo con mis cosas sobre la cabeza, sin saber adónde ir”, dijo a la AFP Filienne Setoute, que tuvo que abandonar su casa.

“Hoy no son nuestros vecinos de República Dominicana los que luchan contra Haití, sino que son los haitianos, de la misma sangre, los que luchan entre ellos”, lamentó.

El día anterior, hombres armados atacaron el Palacio Nacional de la Presidencia y la comisaría de Puerto Príncipe, confirmó a la AFP el coordinador general del sindicato de la policía haitiana (Synapoha). Varios atacantes resultaron muertos, según la misma fuente.

AFP

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