Debido a la pandemia de Covid-19 que azota al país, 18 bibliotecas municipales en Campeche se vieron obligadas a cerrar sus puertas, y hasta la fecha no han vuelto a abrir. Los alcaldes justifican esta situación argumentando la falta de recursos para sueldos del personal, y también señalan la falta de interés por parte de la comunidad para reactivar estos espacios, según indicó Esteban Hinojosa Rebolledo, director del Instituto de Cultura y Artes del Estado.

En una entrevista, Hinojosa Rebolledo enfatizó que los servicios bibliotecarios son un derecho fundamental que contribuye a proteger otros derechos culturales, especialmente para los niños, quienes merecen un entorno tranquilo para leer y estudiar, un derecho que se ve menoscabado cuando las bibliotecas permanecen cerradas.

“Muchas familias, debido a la situación económica y la necesidad de vivir en condiciones de hacinamiento, enfrentan dificultades para proporcionar un ambiente propicio para el estudio a sus hijos. Los gobiernos municipales deben abordar esta problemática, preocuparse por ella y ofrecer alternativas, y las bibliotecas son una de esas soluciones”, ejemplificó.

Hinojosa Rebolledo informó que actualmente están trabajando en la transformación de las bibliotecas en Campeche a través de la Dirección General de Bibliotecas y Literatura del Instituto de Cultura. Sin embargo, reconoció que el apoyo a la Red de Bibliotecas es más moral que administrativo o financiero, ya que la mayoría de ellas dependen de los municipios, con excepción de la Biblioteca Central Francisco Sosa Escalante y la Biblioteca Campeche.

“Por lo tanto, nuestro enfoque con las bibliotecas municipales es principalmente moral. Inicialmente, investigamos su situación y descubrimos que 18 de ellas aún permanecen cerradas, mientras que 52 están abiertas, incluyendo las nuestras. Estas 18 bibliotecas cerradas, que representan el 20% del total, se distribuyen en varios municipios, incluido el Ayuntamiento de Campeche. Es aquí donde los alcaldes podrían considerar la posibilidad de pagar salarios si hubiera una demanda clara por parte de la comunidad para utilizar estos espacios”, explicó.

El director del Instituto de Cultura puntualizó que el desafío para este año es impulsar a las autoridades municipales a reabrir estas bibliotecas y motivar a la población para que exija este servicio indispensable para estudiantes y público en general, contribuyendo así a fomentar el hábito de la lectura.

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