En medio del incremento de casos de sarampión a nivel global, Dominga Pacheco Alvarado, coordinadora del Centro Estatal de Vacunología, ha subrayado la crucial importancia de que los padres refuercen el esquema de vacunación de sus hijos con la vacuna SRP, comúnmente conocida como triple viral. Esta vacuna protege a todos los niños menores de 10 años contra el sarampión, la rubéola y la parotiditis.

Durante una entrevista, Pacheco Alvarado explicó que el sarampión es una enfermedad prevenible mediante vacunación, la cual está integrada en el esquema básico del Sistema Nacional de Salud. Esta vacunación está autorizada desde el nacimiento, con la primera dosis del biológico triple viral administrada en el primer año de vida y un refuerzo a los 18 meses.

La coordinadora reconoció la disminución del interés por vacunar a los niños en la actualidad, lo que ha resultado en el resurgimiento de enfermedades como el sarampión, que en años anteriores estaban controladas gracias a la vacunación. Aunque México no ha reportado casos hasta el momento, es necesario mantenerse alerta, especialmente debido a la presencia de casos en países cercanos como Perú.

Pacheco Alvarado destacó que a lo largo de los primeros 8 o incluso 10 años de vida, se administran varias vacunas. Sin embargo, debido a diversas circunstancias, algunos padres no llevan a sus hijos a recibir las vacunas correspondientes, lo que puede solucionarse en el momento en que tengan contacto con los servicios de salud o personal vacunador.

En cuanto al suministro de vacunas en Campeche, Pacheco Alvarado informó que durante los últimos dos años no ha habido problemas de desabastecimiento. Esto asegura que cuenten con todas las vacunas actualizadas en el esquema permanente de vacunación, lo que permite una respuesta efectiva ante alertas o riesgos como el actual brote de sarampión.

“Queremos sensibilizar a los padres de familia para que lleven a sus hijos a vacunarse. Afortunadamente, en estos momentos contamos con todo el esquema de vacunación, que incluye vacunas como la BCG y la Hepatitis B, administradas desde el nacimiento, así como la Prevenar y la vacuna contra el Rotavirus, aplicadas a los dos meses, además del SRP”, precisó Pacheco Alvarado.

Finalmente, recalcó que un niño que no recibe todas las vacunas de su esquema de vacunación está en riesgo de sufrir complicaciones de salud. “Al vacunar a un niño, estimulamos su sistema inmunológico. Si esa memoria inmunológica está dormida, la reactivamos con un refuerzo. Esto, en caso de enfermedad, permite que sea de forma leve”, concluyó.

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