En el estado de Campeche, la preocupación por la proliferación de las mangas de langosta ha sido objeto de atención constante en los últimos tiempos. Actualmente, dos mangas de langosta han establecido su presencia en la región, emergiendo de la Reserva de la Biosfera de los Petenes y extendiéndose hacia los municipios de Tenabo y Calkiní. Esta expansión se ha visto favorecida por condiciones climatológicas propicias, aunque también ha sido impulsada por los frentes fríos que han azotado la zona en las últimas semanas, desencadenando fuertes vientos y un descenso en las temperaturas.
¿Qué define el control? Si están en un área de asentamiento humano no se puede realizar el control, si está en el área natural protegida tampoco se puede realizar, si está en áreas de producción apícola, ganaderas o agrícolas tampoco, tienen que estar en una zona que no estén en estas condiciones para que se puedan aplicar los productos”
Abraham Guzmán Ugalde / Encargado del Cesavecam
El Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Campeche (Cesavecam), bajo la dirección de Abraham Guzmán Ugalde, ha estado monitoreando de cerca la situación. Aunque las condiciones climáticas adversas han dificultado la intervención directa contra la plaga, el personal técnico capacitado está llevando a cabo un seguimiento meticuloso durante las noches. Su objetivo es evaluar la posibilidad de controlar la proliferación de las mangas y determinar el alcance de las acciones necesarias.
El concepto de “control” cobra relevancia en este contexto. Guzmán Ugalde destaca que las medidas de control solo pueden implementarse en áreas específicas. Si las mangas se encuentran en zonas de asentamiento humano, áreas naturales protegidas o en terrenos destinados a la producción agrícola, ganadera o apícola, la aplicación de productos para su control se ve limitada. Es necesario que las mangas se ubiquen en zonas libres de estas condiciones para que las estrategias de control sean efectivas.
Se ha informado que las dos mangas de langosta han sido objeto de intervención por parte del personal técnico, lo que ha resultado en su dispersión. Se espera que en algún momento se vuelvan a unir, pero se confía en que esta dispersión contribuya a disminuir su efecto devastador. Además, se señala que las posibles afectaciones podrían ser mínimas, dado que la producción de cultivos como la sandía y los picantes es baja en la región.
El cuidado de estos cultivos es motivo de especial atención, y el trabajo realizado por los técnicos en campo es fundamental para prevenir daños mayores. Estos profesionales se enfrentan a condiciones adversas, realizando su labor durante las horas nocturnas para identificar los lugares donde las langostas se posan y así poder combatirlas de manera efectiva, evitando así que los cultivos sufran un daño irreparable.
Abraham Guzmán Ugalde hace hincapié en que la presencia de las mangas de langosta se detectó a finales del año pasado, y desde entonces se han controlado un total de 57 hectáreas afectadas. En lo que va del año 2024, se ha logrado controlar la proliferación en 15 hectáreas adicionales, gracias a la implementación del Programa de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria.