“Somos un núcleo poblacional que colinda con una de las principales terminales del Tren Maya; sin embargo, no existe ningún plan de desarrollo urbano para nosotros”, declaró el excomisario ejidal de San Antonio Ebulá, Juan Antonio Ehuán Chi, quien considera que hasta el momento la obra emblemática de la Cuarta Transformación solamente les ha generado problemas.

En términos similares se pronunció el ex agente municipal, Manuel Estrella Carballo, quien además agregó que las empresas contratistas del megaproyecto ferroviario únicamente han dejado basura en la comunidad hasta el momento.

A pesar de la promesa de las autoridades de que el Tren Maya sería un factor de desarrollo y bienestar para las comunidades ubicadas en su derrotero, eso no está ocurriendo en el caso de San Antonio Ebulá, consideran los entrevistados.

Surgidos como comunidad hace 14 años, tras ser expulsados de su emplazamiento original, los habitantes de esta comunidad, ubicada frente al Fraccionamiento Exhacienda Kalá, en la capital del estado, apenas lograron que se les dotara de calles pavimentadas y agua potable; sin embargo, las cosas no han mejorado mucho.

Hace tres años, aproximadamente, cuando iniciaron los trabajos del Tren Maya, los habitantes de este pequeño poblado tuvieron la esperanza de que las cosas cambiaran para bien, pero eso no ocurrió, ya que las compañías ni siquiera los consideraron en la contratación de personal.

Ehuán Chi declaró que, tras el inicio de las operaciones del Tren Maya, han comenzado a surgir versiones respecto a que la capital del estado comenzará a crecer sobre el Periférico “Pablo García y Montilla”, precisamente debido a esta terminal de la obra emblemática de la Cuarta Transformación.

“Con toda seguridad vamos a ser afectados por el crecimiento urbano, pero el Gobierno del estado, ni el Ayuntamiento y mucho menos el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) nos consideraron dentro de los planes de desarrollo urbano”, expuso Ehuán Chi.

POCOS AVANCES

En la actualidad, y tras años de lucha y exigencias a la autoridad municipal, las familias de San Antonio Ebulá por fin cuentan con una modesta red de agua potable, habilitada con un pozo profundo, tanque elevado y un motor diesel; sin embargo, el abastecimiento del vital líquido sigue siendo deficiente.

“Tenemos los recursos y la infraestructura, pero ahora resulta que nuestras autoridades no pueden bombear agua con regularidad debido a la falta de diésel”, acusó el excomisario, al exigir que se realice una auditoría a la Agencia Municipal.

Por su parte, Manuel Estrella Carballo, ex agente municipal, consideró que a pesar de que San Antonio Ebulá es una de las comunidades afectadas por el Tren Maya, no fueron considerados dentro de los planes de desarrollo urbano.

Para la exautoridad municipal “no hay duda de que la ciudad va a crecer hacia esta parte del Periférico (Pablo García y Montilla), pero no se dice nada, porque seguramente no hay planes de desarrollo sino para especular con los predios”.

No descartó que en torno a las instalaciones del Tren Maya comiencen a ser comercializados nuevos fraccionamientos y hasta centros comerciales, y que comunidades como San Antonio Ebulá sean condenadas al olvido.

Acusó que por el momento, el Gobierno del Estado, en vez de mejorar el acceso hacia San Antonio Ebulá, les proyectó un tiradero o corralón de vehículos asegurados, lo que ya ha propiciado un nuevo pleito de tierras.

También denunció que el Gobierno del Estado, en lugar de mejorar el camino de acceso a la comunidad, lo redujo con la construcción de la barda perimetral del nuevo corralón de la Secretaría de Protección y Seguridad Ciudadana (SPSC).

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