El Día Internacional del Cáncer Infantil es mucho más que una fecha en el calendario; es una oportunidad para levantar la voz en apoyo a los niños y adolescentes que enfrentan esta enfermedad, así como para sus familias y los sobrevivientes. Desde su institución en 2001 por la Organización Internacional de Cáncer Infantil, este día ha sido un faro de concienciación y acción.
En septiembre de 2018, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó la Iniciativa Mundial contra el Cáncer Infantil, marcando un hito en la lucha contra esta enfermedad. Su ambicioso objetivo es alcanzar una tasa de supervivencia del 60% para los niños con cáncer para el año 2030, mientras se busca también disminuir el sufrimiento asociado.
Esta iniciativa se centra en aumentar la capacidad de los países para ofrecer servicios de calidad a los niños afectados, así como en priorizar el cáncer infantil a nivel nacional, regional y mundial para impulsar la acción coordinada.
En el contexto de las Américas y el mundo, el cáncer infantil sigue representando una de las principales causas de mortalidad entre los más jóvenes. Cada año, más de 400.000 niños reciben el diagnóstico de cáncer en todo el mundo, con más de 32.000 casos solo en la región de las Américas en 2020, de los cuales más de 20.000 ocurrieron en países latinoamericanos y del Caribe.
Trágicamente, miles de niños menores de 15 años pierden la vida debido al cáncer cada año, siendo la gran mayoría de ellos residentes de países de ingresos bajos y medianos. Esta disparidad global destaca la urgente necesidad de abordar inequidades en áreas críticas como la detección temprana, el diagnóstico preciso y el acceso a tratamientos efectivos y cuidados paliativos.
En el Día Internacional del Cáncer Infantil, unamos nuestras voces en solidaridad y acción, trabajando juntos para garantizar que todos los niños, en cualquier lugar del mundo, tengan acceso equitativo a la atención médica y el apoyo que merecen en su lucha contra esta enfermedad devastadora.