El diputado federal del Partido Acción Nacional (PAN), Éctor Ramírez Barba, ha alertado sobre la publicación de un acuerdo por parte de la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), el cual insta a la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) a reconocer y utilizar decisiones de otras autoridades reguladoras y del Programa de Precalificación de Medicamentos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ramírez Barba advierte que esto podría abrir la puerta a la entrada de medicamentos de baja calidad al país.
El legislador explica que esta medida permitiría que el Gobierno federal adquiera medicamentos validados por otras autoridades regulatorias, como la OMS o Estados Unidos, e incluso países como Cuba, sin un adecuado control sanitario, con el objetivo de abastecer la megafarmacia de manera rápida y económica.
Ramírez Barba señala que esta acción comprometería seriamente la salud de la población mexicana, recordando casos durante la pandemia en los que medicamentos de dudosa procedencia ingresaron al país sin garantías de seguridad y eficacia.
Aunque el gobierno justifica esta medida bajo la premisa de una mayor austeridad y eficiencia en el gasto en medicamentos, el diputado sostiene que conlleva riesgos significativos para la salud de los pacientes mexicanos al permitir la entrada de medicamentos de baja calidad sin los controles y registros sanitarios adecuados.
El legislador condena que Cofepris dejará de cumplir su función reguladora para convertirse en un aval de las decisiones políticas del gobierno actual.
En cuanto a la lista de “medicamentos preclasificados” de la OMS, Ramírez Barba destaca que el país autorizará su compra sin los permisos correspondientes, a pesar de que la propia institución internacional aclara que dicha lista no garantiza la aptitud de los productos para un propósito particular.
Por último, el diputado expresa su preocupación por la nueva compra consolidada a cargo de BIRMEX y sus operadores subcontratados, quienes buscan obtener medicamentos a precios más bajos sin el adecuado control sanitario, priorizando la rentabilidad económica sobre la salud de la población.