Shakira compareció este jueves a través de una videoconferencia desde Miami ante el juez que la investiga por un presunto fraude fiscal de seis millones de euros en 2018.
La artista colombiana negó cometer algún delito y acusó a la Agencia Tributaria de ejercer “presión” sobre ella para que acepte su responsabilidad en otra causa anterior, en la que reconoció defraudar 14.5 millones de euros entre 2012 y 2014.
Según fuentes judiciales, la declaración de Shakira duró apenas media hora y ha sido grabada en vídeo y transcrita por orden judicial.
La cantante explicó que esta segunda causa fue un paso más en la estrategia de “presión” de Hacienda y recordó que, ya antes de que se le notificara la querella, depositó los seis millones que se le reclaman.
La cantante ha defendido que en 2018 no residió en España y que, por tanto, no debía tributar aquí por sus ingresos mundiales.
Además, ha asegurado que no simuló la cesión de sus derechos a empresas instrumentales ni se dedujo gastos improcedentes, como sostiene la Fiscalía.
La intérprete afirmó que “cumplió escrupulosamente con todas sus obligaciones fiscales en los múltiples territorios con los que ha tenido vinculación profesional”.
“He pagado impuestos a nivel mundial por un importe global que supera los 104 millones de euros, de los cuales 90 millones han sido abonados a la Hacienda Pública española”, concluyó.