Cada año, como parte de una arraigada tradición, el viernes 2 los habitantes de Candelaria se reunieron para acompañar el recorrido de la Virgen por el río que lleva su nombre. El alcalde Francisco Farías encabezó la procesión y el paseo.
Desde tempranas horas de la tarde, las calles se prepararon: los altares se adornaron con flores y velas, mientras que el repique de campanas anunció la llegada de la procesión.
El río fue el escenario perfecto para este acto de fe. A medida que la imagen de la Virgen de Candelaria avanzaba sobre las tranquilas aguas, se escucharon cánticos y rezos que llenaron el ambiente de una atmósfera solemne y emotiva.
Familias enteras se unieron para compartir este momento especial, renovando lazos y fortaleciendo la identidad local. La alegría que se percibe en cada rostro refleja la importancia de esta tradición en la vida de los candelarenses, quienes encuentran en ella un motivo para reunirse y celebrar en comunidad.