Los ejidatarios reclamarán su dinero ante el presidente Andrés Manuel López Obrador. Credit: Especial.

Tras haberse suspendido por falta de quórum la asamblea ejidal en la comunidad de Felipe Carrillo Puerto, Champotón, un grupo de ejidatarios que reclama el pago total de las indemnizaciones por derecho de vía del Tren Maya, solicitó la intervención del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador para dar solución al conflicto.

Los ejidatarios insistieron en que el presidente del comisariado ejidal, Nicomedes Kantún Balam, les mantiene retenidos alrededor de nueve millones de pesos, correspondientes al pago que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo hizo al ejido por concepto de indemnización, por las afectaciones por el trazado de la ruta del Tren Maya.

“Consideramos que la intención del Presidente de la República al construir el Tren Maya era traer beneficios a Carrillo Puerto, no problemas”, arguyó el ejidatario y líder del grupo inconforme Elías Pech Pech.

Ante tal situación, el inconforme manifestó que denunciarán esta situación ante la Presidencia de la República, demandando la intervención del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

“También iremos con el representante del Tren Maya en Campeche, para que de una vez por todas se nos informe sobre la cantidad exacta de dinero que se le entregó al ejido, porque hasta la fecha desconocemos a cuánto asciende el pago”, aseguró.

Los campesinos también informaron que el transcurso de la presente semana, acudirán a la capital del estado a solicitar al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) un informe sobre los cheques que entregó al comisariado ejidal, representado por Nicomedes Kantún Balam.

Pech Pech agregó que hasta el momento las circunstancias han favorecido al presidente del comisariado ejidal, pues este domingo no se logró el quórum legal para la celebración de la asamblea donde la tesorería ejidal iba a rendir su informe financiero.

Además se esperaba que en la asamblea de este domingo se abordará también el tema del terreno que se vendió al Banco de Bienestar, transacción en la que también se presumen malos manejos.

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