Debido al mal tiempo, el inicio del año no ha sido favorable para los pescadores ribereños, especialmente aquellos dedicados a la pesca de especies de escama, según indicaron los líderes de los Comités de Pescadores de Las Palapas A y B, del Puerto de Abrigo “7 de Agosto”.
Carlos Alberto Can, representante del grupo de ribereños de la palapa A, declaró que, aunque han detectado una buena a regular abundancia de especies como el róbalo, cazón y sierra, la realidad es que al comienzo del año han tenido pocos días efectivos de pesca.
A pesar de ello, el dirigente afirmó que han procurado que los pescadores, que en promedio son 4 personas por lancha, cuenten al menos con recursos suficientes para alimentar a sus familias. Enfatizó que en la actualidad, los ribereños solo cuentan con el programa Bien Pesca del Gobierno Federal y consideró que no estaría de más que el Gobierno de Layda Sansores Sanromán también los respalde con apoyos o incentivos durante las temporadas de baja captura.
Por su parte, Víctor Manuel Dzul Ortiz, presidente del Comité de Pescadores “7 Agosto” Palapa B, reconoció que, a pesar de los “nortes”, han logrado buenas capturas de cazón, robalo, carito y sierra. Sin embargo, lamentó que los dueños de las congeladoras estén pagando demasiado barato.
“El kilo de cazón nos lo están comprando a un máximo de 50 pesos, pero ellos lo venden al público hasta en 140 pesos, perjudicándose con esas políticas tanto a los pescadores como a los consumidores”, dijo Dzul Ortiz. A pesar de que los productos del mar están bien cotizados, por ejemplo, el kilo de robalo está a un mínimo de 120 pesos, a pie de playa quieren pagar menos de la mitad, generando pérdidas al auténtico pescador, explicó.
“Estamos entre la espada y la pared, pues por un lado solo hemos podido salir a pescar 10 de los 23 días que lleva el año, y por otro, tenemos prácticamente que rematar nuestra captura, porque son los intermediarios quienes fijan los precios”, acusó el líder pesquero.