En el reporte correspondiente a la primera quincena de enero de 2024, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló que la inflación general anual en México alcanzó el 4.90 por ciento. Esta cifra se derivó de la variación del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), el cual experimentó un aumento del 0.49 por ciento con respecto a la quincena anterior.
Dentro del desglose del INPC, el índice de precios subyacente presentó un incremento del 0.25 por ciento en términos quincenales y del 4.78 por ciento en la comparación anual. Por otro lado, el índice de precios no subyacente registró un crecimiento quincenal del 1.22 por ciento, mientras que a tasa anual alcanzó el 5.24 por ciento. Este último índice engloba tanto los productos agropecuarios como los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno.
Dentro del índice subyacente, al analizar la variación quincenal, se observa que los precios de las mercancías aumentaron un 0.26 por ciento, mientras que los servicios experimentaron un incremento del 0.24 por ciento. Por su parte, en el índice no subyacente, los precios de los productos agropecuarios se destacaron con un significativo aumento del 2.42 por ciento a tasa quincenal. En contraste, los precios de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno aumentaron un 0.15 por ciento en el mismo periodo.
Es importante destacar que el propósito del INPC es medir la variación de los precios de una canasta de bienes y servicios representativa del consumo de los hogares mexicanos, considerando a un consumidor urbano promedio. Este indicador es crucial para evaluar la evolución de los precios y su impacto en el poder adquisitivo de la población, así como para tomar decisiones informadas en materia económica y de política monetaria.