El director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Diego Prieto, anunció que los trabajos de conservación e investigación arqueológica en el Tramo 2 del proyecto del Tren Maya están a punto de concluir. Simultáneamente, se están realizando avances significativos en la preservación de dos destacadas zonas arqueológicas: Xcalumkín y Edzná.
Prieto destacó que el rescate arqueológico en el contexto del Tren Maya ha alcanzado un avance del 80% o más en este tramo específico. En este momento, la fase de actividad de campo está prácticamente completada, y se están concentrando en el análisis de laboratorio, donde se han recuperado datos de gran valor para la investigación.
En particular, el director del INAH hizo hincapié en los notables avances en la investigación y restauración de estructuras en Edzná. Uno de los logros más destacados ha sido la conservación de una estructura ubicada en el corazón de esta antigua ciudad.
Según Prieto, esta estructura, que fue documentada por primera vez a fines de la década de 1960, no pudo ser completamente explorada en ese momento. Gracias al programa Promeza, se ha llevado a cabo una exploración detallada del edificio, revelando que se trata de una construcción del período posclásico, que abarca desde el año 900 hasta el 1200 después de Cristo.
Este edificio presenta un diseño de planta cuadrangular con una entrada porticada y dos corredores delimitados por un muro de piedra. En su interior, se encuentra una cámara subterránea abovedada que se accede mediante escaleras, lo que sugiere que pudo haber sido utilizada como una tumba.
El director del INAH subrayó la importancia de esta estructura al señalar que su diseño guarda similitudes significativas con las estructuras de Chichén Itzá, lo que sugiere una conexión entre el posclásico temprano y la gran ciudad de Chichén Itzá.
Esta investigación y restauración arqueológica arroja luz sobre la rica historia de la región y su importancia en el contexto de las civilizaciones antiguas de Mesoamérica.