El viernes 7 de julio, un edificio residencial en la ciudad brasileña de Paulista colapsó, causando la muerte de 11 personas hasta el momento. Además, siete personas resultaron heridas y otras tres siguen desaparecidas bajo los escombros.
El Cuerpo de Bomberos de Paulista, ubicado en la región metropolitana de Recife, confirmó que durante la madrugada y la mañana del sábado se rescataron más cuerpos sin vida del lugar del derrumbe. Entre las víctimas mortales se encuentran tres mujeres adultas, cuatro hombres y cuatro menores de edad, incluyendo una niña de cinco años y un niño de ocho.
Un hombre de 18 años fue rescatado con vida de entre los escombros, pero lamentablemente falleció camino al hospital.
Las tareas de rescate continuaron el sábado con la ayuda de perros entrenados y equipos especializados en la remoción de escombros. El edificio de 16 apartamentos colapsó por completo y otro edificio contiguo resultó parcialmente destruido.
El viernes, tres mujeres fueron rescatadas con vida y trasladadas a un hospital del municipio con fracturas, mientras que otras cuatro personas que no figuraban en la lista de ocupantes del edificio y vivían en una propiedad adyacente sufrieron heridas leves.
El colapso se produjo durante las intensas lluvias que afectan la región metropolitana de Recife desde hace dos semanas, provocando múltiples derrumbes, inundaciones, caídas de árboles, postes y diversos accidentes de tránsito.
El edificio, ubicado en el conjunto residencial de vivienda popular Beira-Mar, había sido clausurado por orden judicial en 2010 debido a los riesgos que presentaba. Sin embargo, dos años después, los propietarios volvieron a ocuparlo sin autorización.
En 2018, una inspección del Cuerpo de Bomberos recomendó su desocupación. El jueves pasado, un día antes de la tragedia, una aseguradora del banco estatal que financió los apartamentos emitió una advertencia similar sobre los peligros del edificio.
En abril pasado, seis personas murieron aplastadas por los escombros tras el colapso de otro edificio residencial en la ciudad vecina de Olinda, también en la región metropolitana de Recife. El edificio Leme, de tres pisos, en el modesto barrio de Jardim Atlântico, también tenía una orden de desalojo desde el año 2000 debido al riesgo de derrumbe.