Una obra del veterano Tom Stoppard, sobre una familia judía durante el Holocausto y una comedia musical sobre un adolescente que envejece bastante rápido ganaron en Nueva York los premios más codiciados de Broadway, los Tony.
Leopoldstadt obtuvo cuatro de los galardones, entre ellos el de mejor pieza teatral, una nueva consagración en la larga carrera del dramaturgo británico de 85 años.
“Me invaden emociones que un robot de conversación no podría entender”, bromeó en el escenario al ironizar sobre el auge de las herramientas de Inteligencia Artificial como ChatGPT, que algunos temen que amenace la creación artística.
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Stoppard, coautor de Shakespeare enamorado (1998) –que le valió un Oscar–, ganó su quinto Tony con esta obra, una de sus obras más personales dado que sus cuatro abuelos murieron en campos de concentración.
El otro galardón destacado de la noche fue para la mejor comedia musical otorgado a la obra Kimberly Akimbo, ganadora de cinco Tony Awards y que cuenta la vida de un adolescente que sufre una rara enfermedad que le hace envejecer de forma prematura.