Pese a que la Oficina de Administración Oceánica y Atmosférica o NOAA por sus siglas en inglés advirtió la presencia de partículas de cenizas del volcán Popocatépetl en la Península de Yucatán, no hay evidencia de afectaciones en la calidad del aire en la región, de igual manera se descarta la posibilidad de lluvia ácida a consecuencia de las emanaciones del coloso, lo anterior por el cambio de dirección de los vientos.
Fue el ingeniero ambiental, Luis Alberto Noh Miranda quien aseguró que la presencia de partículas de ceniza y de dióxido de azufre, no representan una amenaza para el medioambiente de la región a la que pertenece la Península de Yucatán; en tal sentido, sostuvo que las personas podrán realizar sus actividades cotidianas con regularidad, sin preocupación.
Península, se libra de efectos de ceniza del Popo
El experto de paso descartó la posibilidad de que caiga lluvia ácida por efectos de la actividad volcánica del Popocatépetl, contrario a lo que se había manejado unos días atrás, esto bajo el argumento de que la cantidad de partículas de dióxido de azufre que el volcán ha emanado, no ha sido la suficiente para que se produzca este fenómeno, no incluso en las inmediaciones en donde se encuentra esta formación.
Noh Miranda detalló que el volcán en los últimos días de actividad ha proyectado a la atmósfera aproximadamente 20 mil toneladas de dióxido de azufre, en contraste explicó que en 1991 el Monte Pinatubo inyectó 20 millones de este compuesto químico a la tierra, es decir, lo que el Popocatépetl ha aventado, en realidad se trata de una cantidad pequeña, por lo que ni siquiera en las inmediaciones del lugar se han registrado reportes de lluvia ácida.
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El especialista informó que para que se den las condiciones de una lluvia ácida que tiene por origen los efectos de una actividad volcánica, es necesario que se presente una erupción subpliniana, que no es otra cosa que una reacción que produce una gran columna de gases y ceniza, cuya longitud puede llegar de 5 a 14 kilómetros sobre el cráter del volcán, esto traería como consecuencia la presencia de millones de toneladas de dióxido de azufre, situación que no el caso a tratar.
Eso sí, abundó que el hecho de que se pueda presentar una lluvia ácida no implica necesariamente que caiga ácido del cielo, sino más bien se trata de que el agua de las precipitaciones tiene un Potencial de Hidrógeno (PH) de 4, cuando el líquido que regularmente se consume se encuentra en los 6.
Dijo que un PH de 4 no es apta para el consumo humano y su presencia causa un daño al manto acuífero, así como a la vegetación de una zona particular y afecta la calidad del aire.
En cuanto a las partículas de cenizas que el Popocatépetl ha emanado a la atmósfera, indicó que la NOAA lo registró a unos 4 mil metros de altura, sostuvo que no es tan densa, por lo consiguiente en la región no ha causado restricciones en el espacio aéreo, pese a que se tiene reporte de su presencia tanto en Campeche hasta el Mar Caribe.
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