Los partidos de la oposición tailandesa dominaron el recuento anticipado de votos ayer en las elecciones nacionales, en lo que se perfilaba como un enorme rechazo a casi una década de gobierno respaldado por los militares.
La campaña electoral se desarrolló como un enfrentamiento entre una generación joven, que anhela el cambio, y la clase dirigente conservadora y monárquica encarnada por el primer ministro Prayut Chan O Cha, el exjefe del Ejército, que tomó el poder en un golpe de Estado en 2014.
Con el conteo de alrededor de la mitad de los 95 mil colegios electorales, el reformista Partido del Movimiento Adelante (MFP) contaba con casi cinco millones de votos, seguido de Pheu Thai, con 4.2 millones.
El partido de Prayut, Nación Unida Tailandesa, es tercero con 1.7 millones, aunque aún no está claro cómo se traducirá el voto popular en escaños parlamentarios.
En un país en el que los golpes de Estado y las órdenes judiciales han triunfado a menudo sobre las urnas, se teme que los militares intenten aferrarse al poder, lo que aumenta la posibilidad de una nueva inestabilidad.
Pheu Thai, el partido del multimillonario ex primer ministro Thaksin Shinawatra, ahora liderado por su hija, Paetongtarn, instó previamente a conseguir una victoria aplastante para alejar la amenaza de la injerencia militar.
Sin embargo, el reino parece abocado a un periodo de regateo político, en el que los partidos de la oposición intentarán formar una coalición de gobierno.
No se espera que la comisión electoral confirme oficialmente el número definitivo de escaños obtenidos por cada partido hasta dentro de varias semanas.
El nuevo primer ministro será elegido conjuntamente por los 500 diputados electos y los 250 miembros del Senado designados por la junta de Prayut, lo que favorece al Ejército.
Estas elecciones son las primeras que se celebran desde que en 2020 estallaron importantes protestas prodemocráticas encabezadas por jóvenes, con demandas para frenar el poder y el gasto del rey de Tailandia.
Las manifestaciones cesaron cuando se impusieron las restricciones debido a la pandemia de Covid-19 y se detuvo a decenas de líderes, pero su energía alimentó el creciente apoyo al MFP, la oposición más radical.
Síguenos en nuestras redes sociales ??