Cuatro días después de las mortíferas inundaciones en el este de la República Democrática del Congo, familias y rescatistas continuaban con la búsqueda de desaparecidos entre los escombros este lunes, como constató un equipo de AFP.
El balance provisional de alrededor de 400 muertos fue comunicado el domingo pasado por el administrador del territorio de Kalehe, en la provincia de Kivu Sur, donde se encuentran los pueblos siniestrados, el cual fue confirmado este lunes por el portavoz del gobierno congoleño, Patrick Muyaya.
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En una comparecencia ante la prensa, Muyaya habló de 401 muertos, pero no pudo precisar el número de desaparecidos, que según las autoridades locales son varios centenares. La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) calculó en 3 mil el número de familias sin techo a causa de esta tragedia.
“Perdí a doce miembros de mi familia, enterré hasta ahora a cinco y otros siete no se encuentran”, declaró un damnificado, Alpha Safari, en el pueblo de Bushushu. “Los busco, espero encontrar los cuerpos para enterrarlos dignamente”, agregó.
“La búsqueda continuará, pues hay muchos cuerpos bajo los escombros”, aseguró bajo anonimato un miembro de la Cruz Roja. “Cada vez que se hace la demolición de una casa encontramos cuerpos”, agregó al lamentar no contar con los equipos necesarios para hacer el trabajo.
La oficina de la OCHA indicó que se requieren “elementos para realizar entierros dignos y seguros, atención médica para damnificados y heridos, ayuda alimentaria y albergues para las personas que perdieron su casa y viven en lugares públicos”.
Al menos 132 cuerpos fueron encontrados en Nyamukubi. Otros 142 en Bushushu y 120 flotando en el lago Kivu, cerca de la isla de Idjwi.
República Democrática del Congo es uno de los países más grandes de África y uno de los más pobres del mundo, devastado por la corrupción y la violencia en las zonas del este.
La catástrofe se produjo dos días después de otras inundaciones que dejaron al menos 131 muertos y destruyeron miles de casas en la vecina Ruanda.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo que el desastre es “una nueva muestra de la aceleración del cambio climático”.
Los expertos afirman que los fenómenos meteorológicos extremos se producen con mayor frecuencia e intensidad debido a esta misma situación.